Titulada en Derecho por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), se atrevió a soñar más alto y logró, además, doctorarse en Jurisprudencia en la University of Miami, en los Estados Unidos, donde reside desde hace más de 10 años enfocada en apoyar y mejorar el derecho migratorio de compatriotas deseosos de lograr el éxito lejos del Paraguay.
Actualmente, como abogada de una prestigiosa firma de abogados especializados en derecho tributario, corporativo y migratorio, se dedica exclusivamente a asesorar a personas, organizaciones y empresas en asuntos migratorios.
Desde Miami, María Fernanda nos cuenta el proceso que la llevó a destacarse como profesional en un país tan exigente y competitivo, además de su trabajo apoyando la migración de compatriotas hacia ese país.
¿Cómo se da tu interés de salir del país? ¿Cuáles fueron las razones? Siempre quise estudiar en el exterior y me puse esa meta durante mi adolescencia. Una vez ya graduada de la Universidad de Salamanca, las oportunidades de seguir creciendo profesionalmente se presentaron en el extranjero y tomé ventaja de estas.
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¿El proceso fue complicado? No diría complicado, pero sí muy complejo. Al aplicar para una beca en el exterior hay que tener en cuenta los tiempos y plazos, que vas a competir con personas de muchas
nacionalidades con sistemas educativos superiores, y hay que ser persistente y paciente. Cuando yo empecé a aplicar por becas, mucha gente me quiso desmotivar diciendo que nunca sería seleccionada, que nuestro nivel educativo no da para ir al exterior, entre otras cosas. Pero si yo lo pude lograr, cualquiera que se lo proponga puede hacerlo. Lo mismo pasa para las oportunidades laborales en el exterior. Uno tiene que fijarse metas claras y construir una hoja de vida competitiva en el rubro seleccionado. Por supuesto, el manejo del idioma inglés a nivel comercial y herramientas tecnológicas es clave.
Una vez instalada allá, ¿cómo resumís la travesía de sobresalir en un país extranjero? El proceso de adaptación toma tiempo; uno debe ser paciente. Yo había tomado muchas clases de inglés avanzado y tenía años de experiencia en el ámbito jurídico en el Paraguay, por lo que desde un principio supe que quería seguir en la misma rama profesional en los Estados Unidos. Con esa meta empecé a investigar en internet sobre qué pasos debería tomar profesionalmente. Me contrataron después de mi tercera entrevista, y creo que fue una mezcla de suerte, caradurez, buenas credenciales académicas y laborales, y persistencia, ya que no conocía a nadie en ese momento. Hoy en día, sin embargo, existen muchas más oportunidades, como el programa de visa J-1 con el Colegio de Abogados de los Estados Unidos (ABA, por sus siglas en inglés), que permite a un abogado extranjero recibir entrenamiento de hasta 18 meses en un estudio jurídico del país.
Luego de todo ese proceso, actualmente, ¿hacia qué enfocás tu trabajo en los Estados Unidos? Soy abogada matriculada por la Corte Suprema de Florida y miembro de un estudio jurídico en Miami. Me especialicé en derecho migratorio comercial de los Estados Unidos, una rama dentro del derecho internacional y parte del derecho federal de este país, lo que me permite representar a mis clientes en cualquier lugar de los Estados Unidos y fuera. Hoy en día represento a artistas, atletas, comerciantes y profesionales en diversas industrias; personas que buscan llegar a los Estados Unidos y expandir sus negocios. También represento a empresas norteamericanas que buscan contratar empleados extranjeros. Por dar un ejemplo, existen varios países (como el Paraguay) con tratado de comercio con los Estados Unidos que permiten beneficiarse de la visa E a través de una inversión comercial aquí, o el intercambio de bienes o servicios entre los Estados Unidos y el país de origen. Mi función es guiarles en el proceso legal para la petición de la visa, ya que el sistema legal migratorio es sumamente complejo y cada tipo de visa tiene sus requisitos para ser aprobado. Existe un abecedario de tipos de visas, dependiendo del individuo, por lo que en la actualidad hay categorías específicas para los artistas y deportistas (visa O y visa P), profesionales (visa H), ejecutivos o gerentes de empresas (visa L), entre otros. Los requisitos varían mucho dependiendo de la categoría de la visa.
Como migrante lograste el éxito que esperabas. ¿Conocés otros paraguayos en la misma condición? Claro que sí. Hay muchos paraguayos exitosos en los Estados Unidos. Desde colegas abogados, artistas y atletas, hasta incontables dueños de fructíferos negocios. El que viene con las ganas de trabajar y salir adelante lo logra, independientemente de si tiene o no estudios universitarios. El secreto está en las ganas de trabajar y ser sumamente consciente de que es un país competitivo. Lo que yo recomiendo es venir con el tipo de visado correspondiente y consultar con un abogado de inmigración antes de viajar.
¿Cuál es el principal obstáculo que hace que algunos no logren ese éxito esperado fuera del país? El éxito es un término muy amplio y no debe ser restringido al ámbito laboral o socioeconómico. Uno es responsable por definir qué significa el éxito en sus propios términos. No deberíamos guiarnos por lo que la sociedad define como éxito; en mi opinión, el único obstáculo que impide que logremos el triunfo es nuestra propia mente.
Durante un periodo se registró una constante salida de paraguayos hacia el extranjero. ¿Creés que hoy se frenó un poco la situación? No manejo los datos, pero creo que hay muchos más paraguayos estudiando en el extranjero, por la mayor disponibilidad de becas, haciéndonos más competitivos a nivel global. Si realizo una comparación con relación a los años en los que yo empecé a interiorizarme en el tema de becas al exterior, había menos oportunidades en aquel entonces.
¿Las oportunidades son las mismas sin importar nacionalidad? Sí. Hoy, por el simple hecho de ser paraguayo, veo que muchas universidades del mundo siguen abriendo sus puertas. Luego, con título en mano, las oportunidades laborales se presentan más tarde o más temprano, pero hay que estar listo para ese momento con el mejor currículum posible.
¿Cuál es tu siguiente objetivo? Cada año regreso al Paraguay y mi plan es regresar más seguido. Creo que existen muchísimas oportunidades que se deberían aprovechar entre el Paraguay y los Estados Unidos, por lo que estoy explorando expandir mis actividades laborales al Paraguay. Vivimos en un mundo muy globalizado y me encantaría ayudar a otros paraguayos u empresas paraguayas a explorar oportunidades, hacernos conocer fuera del Paraguay y viceversa, hacer que otras nacionalidades conozcan más sobre nuestro país.
Inflexible en sus metas, logró con paciencia el objetivo de distinguirse como migrante de éxito en un país sumamente competitivo y exigente.
María Fernanda Melgarejo
Con un máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca y un doctorado en Jurisprudencia por la University of Miami, trabaja en el derecho migratorio en los Estados Unidos.
Paraguayos en el mundo
El Paraguay tiene, según los datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el 2017, 873.410 emigrantes, lo que equivale a un 12,56 % de la población paraguaya.
Este mismo documento explica que la emigración de compatriotas se da en un mayor número en Argentina, donde va el 80,66 %; seguido por España, el 6,81 %, y Brasil, el 5,51 %.
nadia.cano@abc.com.py || Fotos Gentileza