Así como este trovador, Nadia Jorgelina Capdevila Obregón (34) busca reflejar la humanidad a través del teatro laboratorio experimental en obras originales.
Inició sus estudios de arte a muy tierna edad; primero, enfocada en la danza y, desde los 13 años, en el teatro con María Elena Sachero. Posteriormente, logró su título como actriz profesional en la Escuela Municipal de Arte Dramático Roque Centurión Miranda y, desde ese momento, conquistó numerosos concursos públicos y becas.
Además de actriz, productora, directora, docente teatral y gestora cultural, es estudiante de Psicología en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y directora del grupo de teatro experimental Javorai Teatro, desde el cual fomenta y lleva adelante originales obras con base en diversas técnicas teatrales.
Muñekaicha es el más reciente proyecto a estrenar, para abarcar temas referentes a la violencia de género.
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¿Cómo nace Javorai Teatro? Una vez que me recibo de actriz profesional, me enfoco en obtener el profesorado, para posteriormente trabajar como programadora de festivales internacionales en el exterior del país y afianzar mi formación. Una vez instalada nuevamente en el Paraguay, empiezo a dirigir obras y me especializo en arte aprendizaje, una rama del coaching que trabaja el arte para el aprendizaje en las empresas. Esa experiencia me acerca a la enseñanza y así nace un grupo que brinda la posibilidad de trabajar el teatro laboratorio. A partir de ese pequeño grupo, estable durante algunos años, nace Javorai Teatro.
¿Se puede decir que es una escuela? Empezamos como una escuela, pero hoy, Javorai Teatro cuenta exclusivamente con actores profesionales que trabajan directamente sobre la técnica. Somos un grupo de teatro experimental independiente y profesional multidisciplinario de arte (música, danza y teatro) abocado a la creación, realización y producción de obras teatrales originales, creando el diseño integral desde su inicio mismo con base en diversas técnicas teatrales. En Javorai nos enfocamos en un tema por vez, que será el eje de nuestro año de entrenamiento. Es decir, sacamos una obra anualmente, ya que trabajamos con la dramaturgia del actor y eso nos lleva a crear el espectáculo con base en nuestras experiencias. En resumen, todo lo que pasa, se escribe, documenta o graba, es parte de un proceso de laboratorio que recién al final nos da como resultado una obra.
¿Las obras que presentan son completamente originales? Así es, pues esa creación no se da con base en un solo libreto, ya que no existe libreto, sino que se va creando a partir de la experiencia y vivencia del actor, y los temas que se van tocando durante el año. A la fecha, nunca hemos trabajado con un guion preestablecido.
Al ser un grupo independiente, ¿cómo se financian? Nuestro grupo se genera y sigue su continuo movimiento a partir del esfuerzo común de sus integrantes; es decir, sin financiación del Estado u otro tipo de organizaciones. Focalizados en la revalorización del quehacer artístico como una herramienta indispensable para el desarrollo de la cultura de un país, venimos realizando una sostenida labor artística desde el 2014, siempre con mucho énfasis en la creación de obras teatrales bajo la técnica de la experimentación en laboratorio, para la creación y desarrollo de la vida de autores catalanes que nos llamaron la atención, de los cuales tenemos montados tres obras teatrales: Dalidoscopio (basada en la vida de Dalí), Art Llum (basada en aportes de Ramón Llull) y Expiatori Gaudí (sobre Gaudí). En el 2019 estamos trabajando el proyecto teatral denominado Muñekaicha, basado en Casa de Muñecas, de Henrik Ibsen.
¿De qué se trata este nuevo proyecto? Tocará temas referentes a violencia de género, feminicidio y sistema opresor. Está bajo mi dirección y conformado por actores como Arturo Arellano, Felipe Jara Arrúa, María Liz Barrios, Hugo Matto, Laura Martínez, Ninfa Morales y Juan Rodi. A pesar de que siempre estamos trabajando bajo el mismo método de teatro laboratorio de creación colectiva y dramaturgia del actor, para esta obra es la primera vez que vamos a probar qué tal nos va trabajando con una estructura base.
¿Las obras de Javorai Teatro siempre reflejan una problemática? Siempre buscamos algo social con qué identificarnos y que deseamos hacer llegar a nuestro público. Es así que con Muñekaicha tratamos la violencia contra la mujer, y cada obra llevada a escena es como un grito de denuncia de nuestra parte. Además, la música y la danza siempre forman parte de cada pieza. En el teatro todo converge en algún momento, solo que en Javorai Teatro le ponemos énfasis. Es muy bello cuando el teatro es interdisciplinario y cada arte pueda tener su foco de luz en algún momento.
¿Cuántos actores conforman el grupo? Actualmente, somos 10 personas, quienes –además de estar sobre las tablas– jugamos también a experimentar otras áreas que forman parte del teatro, como operación de luces, sonido, trabajo de piso, asistencia y otros aspectos. Intentamos lograr un trabajo integral, pues muchas veces estamos en escena y desconocemos por completo lo que conlleva el trabajo fuera del escenario.
¿Cuándo sube a escena esta siguiente obra? Muñekaicha estará en escena en mayo, en el Teatro García Lorca de la Manzana de la Rivera. Así también, estamos trabajando en reflotar durante el año nuestros anteriores trabajos (Dalidoscopio, Art Llum y Expiatori Gaudi), en un ciclo en el cual podamos mostrar el trabajo realizado en experimentación.
¿Qué otros proyectos están trabajando como grupo? Nuestro mayor propósito como grupo siempre es seguir creando, pero solo es posible gracias al espacio que nos brinda el Centro Paraguayo de Teatro, ya que si uno no tiene un lugar en el cual experimentar y crear no se tiene nada. Tenemos como meta no solo crecer como grupo, sino perpetuar nuestra forma de crear.
Su gestión cultural, además de impulsar importantes eventos, es también propulsora central para darle voz al artista a través de originales obras creadas y evidenciar cuestiones sociales.
Nadia Capdevila
Actriz, productora, directora y docente teatral, lleva adelante Javorai Teatro, un grupo de teatro experimental independiente y profesional multidisciplinario.
Teatro laboratorio
También conocido como teatro pobre, se centra fundamentalmente en el trabajo del actor antes que la puesta en escena. Desarrollado por el director de teatro polaco Jerzy Grotowski, en el teatro pobre –siempre según Grotowski– no es necesario el uso de elementos decorativos exagerados (escenografías, maquillaje y vestuarios saturados, iluminación excesiva o similar).
Para Grotowski, sin embargo, el teatro no puede privarse de la relación actor-espectador, que considera vital para el desarrollo de la obra.
Fuente: Internet
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