Inspiración guaraní

Desde la época de la conquista y posterior emancipación de la Corona española, la mujer paraguaya siempre ha dejado grabado a fuego su coraje y liderazgo. La historia confirma que, lejos de permanecer bajo el yugo, el género femenino no solo logró salir adelante con el trabajo de sus manos, sino también distinguirse por su tenacidad y arduo desempeño. Muchas son las memorias de valerosas mujeres que inspiran, así como hoy son muchas las que han logrado emerger y posicionarse como líder. 

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/IK4FCCCSWNE7DEJEHKDZPO6BYQ.jpg

Cargando...

Alice Eugenia Acuña Fariña (44) dejó el Paraguay hace más de 15 años tras ser elegida para ser parte de un programa de desarrollo de talentos de Shell Paraguay, compañía en la que llevaba trabajando varios años. Su estadía en Inglaterra duraría apenas dos años, pero su gran talento y capacidad para los negocios impulsó a la multinacional a ofrecerle un contrato. 

Tras pasar por numerosas posiciones dentro de la empresa; residir en Inglaterra, España y, actualmente, Holanda, Alice ocupa hoy el cargo de gerenta general de Suministros y Trading para Europa y África. Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Católica, cuenta con un diplomado en Management de la Universidad de Cambridge y un masterado en Estrategia e Innovación por la Escuela de Negocios de Oxford.

Durante su visita al Paraguay, Alice nos contó el proceso de su larga carrera en la compañía considerada como la mayor comerciante del mundo de combustibles.

Te iniciaste en Shell Paraguay. ¿Cómo se da ese paso de trabajar para Shell Internacional?

Empecé a trabajar en Shell Paraguay, en 1996, cuando me encontraba finalizando la universidad. En el Paraguay hice tres puestos: primero, como analista de Distribución; posteriormente, como supervisora de Distribución y, finalmente, como superintendenta de Aviación, siendo la primera mujer en ocupar estos cargos. En el 2002 tuve la oportunidad de ser elegida y viajar a Inglaterra para ser parte de un programa de desarrollo de talentos de Shell. Viajé con toda mi familia, ya que debía permanecer allá por dos años. Cuando se cumplió la fecha para nuestro regreso, me ofrecieron quedarme definitivamente en Inglaterra, ya que Shell Paraguay estaba siendo vendida a otra marca. Fue así que cambié mi compañía contratante y razón por la que hoy trabajo para Shell Internacional. Llevo 21 años trabajando para la empresa.

¿Fue complicado reiniciar allá?

Una de mis metas siempre fue estudiar o vivir afuera por algunos años, y cuando entré a esta multinacional, todavía tenía ese propósito. Al principio fue difícil por la distancia, pero al mismo tiempo tenía muy claro lo que deseaba. Más que nada, estaba consciente de que con mis hijos tendríamos una vida diferente. Fue difícil, pero nunca desesperante. Nos adaptamos sumamente rápido y, a pesar de que tenemos ya nuestra vida allá, a mis hijos les encanta venir al Paraguay; aman este país.

Una vez en Europa, ¿cuáles fueron tus funciones?

Luego de que decidí tomar la oferta tuve una asignación en España. Allí viví por cinco años e hice dos posiciones. En la primera fui responsable de los aeropuertos y operaciones en el sur de Europa. Como directora tenía a mi cargo alrededor de 800 empleados, 80 aeropuertos y 14 compañías. Posteriormente, pasé a otra posición en la que era la responsable por las plantas de elaboración de lubricantes de vehículos. Al finalizar ese periodo regresé a Londres, donde me asignaron la responsabilidad del diseño de soluciones de suministros para grandes compañías, como Mercedes Benz, BMW, Toyota y otras. Luego pasé a un puesto de estrategia en el que fui vicepresidenta de Consultoría Estratégica para el grupo Shell. Actualmente, y tras cuatro años en ese puesto, me mudé a La Haya, Holanda, para ocupar el cargo de gerenta general de Suministros y Trading para Europa y África.

¿Cuáles son tus funciones en esta posición?

Shell es el mayor trader del mundo en términos de combustible, y una compañía que vende y compra a granel, tanto crudo como combustibles procesados a nivel mundial. Todo ese comercio está separado en regiones y la parte de suministros, que viene a ser toda la compra y entrega, desde la refinería hasta el cliente final para lo que es Europa y África, es mi responsabilidad. Mis funciones las cumplo en las oficinas de Róterdam, Holanda, pero también debo viajar constantemente, ya que tenemos operaciones en varias partes del globo. Shell es una empresa que hace varios años decidió invertir en mercados de crecimiento significativos. Actualmente, se encuentra principalmente en grandes mercados y países que considera estratégicos, y por ese motivo no se encuentra en todos lados. En Latinoamérica, por ejemplo, está presente en Brasil y se encuentra vendiendo las operaciones en Argentina, optando, de este modo, por concentrarse exclusivamente en países muy específicos.

Como mujer y paraguaya, ¿se dificultó en algún momento ir subiendo de posiciones?

La compañía brinda mucho soporte a sus empleados; también a las mujeres. Ese hecho es una de las razones por las que elegí quedarme definitivamente en Europa. No puedo decir que mi proceso haya sido más difícil de lo que pudo haber sido para un hombre, pero sí puedo afirmar que trabajar en el mercado europeo requiere que constantemente uno se esté renovando y dispuesto a un incesante desarrollo. Es muy importante renovar insistentemente las habilidades de liderazgo. La compañía mueve a su gente por méritos, lo cual también es bastante difícil de encontrar. Cada tres o cuatro años uno debe aplicar nuevamente por un puesto; pasar por entrevistas, tener referencias y contar con evidencia de los resultados que entrega. Además, existen tareas puntuales que te asignan cada año, y si uno no tiene un mínimo nivel de desempeño, no se progresa, sin importar el género o la nacionalidad.

¿Hay otro paraguayo en la compañía?

Solo hay dos paraguayos. Además de mí está también Bernardo Aranda, en La Haya, quien ocupa una posición en el departamento de Compras y Contrataciones.

Durante estos 15 años en el exterior, ¿qué fue lo más difícil de sobrellevar, tanto laboral como personalmente?

Ahora que mis padres están mayores, lo más complicado es no tener la posibilidad de estar todo el tiempo con ellos. Tampoco es fácil no estar presente en los acontecimientos importantes de la familia. Apenas vengo una vez al año al Paraguay, por unos 15 o 20 días, ya que viajar desde Europa con toda la familia no es muy barato y requiere de un esfuerzo. En cuanto a lo laboral, al llegar a un nuevo país siempre hay un periodo en el cual uno se encuentra solo, sin amigos, y no es sencillo empezar de cero; ya me tocó pasar por eso varias veces. Pero en cada mudanza, lo más importante para mí es que mis hijos estén contentos.

Tomando tu experiencia de negocios en el extranjero, ¿cómo ves al país económicamente?

La manera en la que el mundo mira al Paraguay es muy diferente a como el paraguayo ve al país. Hace un par de meses, la revista The Economist publicó un artículo sobre nosotros, en el que indicaba que el Paraguay es un milagro sudamericano y destacaba el nivel de crecimiento que se logró en los últimos años. Considero que es una pena que no se aprovechen todos los recursos naturales que tenemos y la capacidad que tiene el país. En el Paraguay aún tenemos demasiada población sin una educación de un nivel adecuado y políticos que solo piensan en ellos mismos. Me da mucha pena cada vez que vengo, porque lo que veo son solo más y más shoppings, y cada vez menos industria, menos agricultura, menos ganadería. Resido en Holanda, un país que produce la mayor parte de lo que come y esa parte es orgánica. En términos de superficie, Holanda tiene menos de lo que nosotros tenemos, el clima es mucho peor de lo que tenemos acá y, en cuanto a población, son solo un poco más que nosotros. Uno se pregunta cuál es la diferencia y la respuesta se resume en la educación de su gente. El Paraguay debe dejar de invertir en sectores como el bélico y triplicar el presupuesto de educación y de salud. Pero así también, el paraguayo en general tiene que dejar de pensar en el “así no más” o “no se puede luego”, dejar de quejarse todo el tiempo en lugar de buscar soluciones. Soy paraguaya, mujer y, actualmente, una de las personas más sénior de una de las mayores compañías del mundo; eso no se logra con padrinos o siendo corruptos, sino con esfuerzo, superación y capacidad de creer que se puede. Nadie te da nada si uno no trata. Creo profundamente en el desarrollo personal y el aprendizaje, razón por la que sigo estudiando y constantemente estoy evolucionando para mejorar las cosas.

Su vida en la niñez se desarrolló como cualquier otra; no obstante, su naturaleza de superación y el impulso de dejar el nombre del Paraguay en lo alto la llevaron a ser hoy en día inspiración para mujeres de toda Latinoamérica.

Alice Acuña

Luego de ocupar cargos de importancia en Shell Paraguay, dejó el país para escalar posiciones en Shell Internacional. Su gran desempeño y compromiso laboral la destacan hoy como una de las mujeres líderes de una de las compañías más grandes del mundo.

La Royal Dutch Shell

Considerada una de las mayores multinacionales del mundo, Shell es, además, una de las cuatro compañías más grandes del sector petrolífero. En el 2009, la revista Fortune la clasificó como la empresa con mayor caudal monetario del mundo, mientras que en la edición del 2011 quedó en segundo lugar después de Walmart. No obstante, Public Eye la catalogó en el 2005 como la peor empresa del planeta, a causa de los daños ambientales ocasionados en el río Níger, y en el 2013 por sus plataformas en la Antártida.

La Royal Dutch Shell se creó en 1907 y, desde ese entonces, no solo ha logrado avances con su actividad corporativa y operativa, sino también con su perspectiva sobre el cambio climático y las energías renovables.

nadia.cano@abc.com.py 

Fotos: Claudio Ocampo, gentileza

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...