Inventiva transición

Las experiencias de la cantautora Marcela Lezcano (28) llegan con las armonías disonantes de la ciudad. La veta artística surge en ella a los siete años, cuando su padre, Juan, le hablaba de The Beatles, The Rolling Stone y sus creaciones, planteándole la idea de no imitarlos, sino más bien tomar su ejemplo de composición.

Tras obtener el primer lugar en el concurso Demostrá tu música, junto con la banda Identidad Py, grabó su primer disco Alma Artesanal. Con esta agrupación realizó una gira nacional en el 2008, para posteriormente integrar también el grupo musical Tribu Sónica. En 2010, la banda fue telonera de The Cure, brindando un show frente a más de 40.000 personas.

Durante su andar llegó a Japón, en 2012, contratada por una productora internacional para presentarse en importantes escenarios. Tras su regreso, materializó su primer álbum solista y emprendió una gira por ciudades del interior, Argentina y Bolivia. En el 2015, periodo de producción de este disco denominado Cambio de vida, aúna esfuerzos con el prestigioso realizador musical venezolano Gelson Briceño, estampando 10 canciones de autoría propia y colaboraciones exclusivas.

Con el lanzamiento de este proyecto, cada vez más cerca, conversamos con una artista que supo abrirse paso en la escena rockera de nuestro país, mediante la versatilidad de su caudal vocal y contundentes planteamientos literarios.

¿Cuál es la esencia que buscas plasmar desde las construcciones narrativas simples y el desglose infinito de tus experiencias y las de los demás?

La esencia que plasmo desde las metáforas es una percepción de una belleza muy personal, una conjunción entre el realismo e idealismo. Parte de la inspiración del entorno y mi familia. Creo en el hecho de conectar con lo genuino del sentir universal, siempre que esté apadrinado por el buen trabajo y la sinceridad creativa. Me gusta construir narrativas simples y entretenidas, abarcar una historia más directa y que la canción me siga pareciendo linda.

El desglose de mis experiencias y las de los demás es mi banco de versos interminable. Siempre que el universo me permita seguir, los recursos palpables e intangibles harán que pueda crear bellos espacios para la mente y los oídos.

¿De dónde surgen los sonidos, las bases percutivas y la musicalidad en todo su conjunto referencial?

Brotan del contexto en el que me encuentro: las aves, las voces del vecino, las bocinas de los autos, el viento silbando, el motor de aparatos electrónicos. Las bases aparecen de muchas maneras: del ritmo en la respiración, en el caminar de las personas, la forma de girar de un ventilador; la vida está llena de patrones rítmicos y melódicos. Las obras maestras de grandes músicos me sirven también de inspiración. Aunque el resultado final sea distinto, el objetivo es la belleza en la información.

¿Quiénes son algunos de tus principales referentes artísticos?

Son muchos los artistas a quienes admiro y tomo como referencia, entre ellos destacan Paul Mccartney, The Cure, Bob Marley, Luis Alberto del Paraná, Mangoré, Banana Pereira, Revolber, entre otros. Me detengo en cuatro particularmente: Mike Cardozo, ya que Jodete me pareció una obra maestra, entre muchas otras de sus creaciones; John Lennon, porque sus canciones y melodías me hacen temblar. La belleza en su música sobrepasa todas las barreras; Kurt Cobain, que mediante sus ritmos y armonías lograba gran exaltación para mi gusto, y, por último, Juru Pampliega, ya que la precisión en sus letras y los sonidos que las acompañan son altamente destacables.

Con el devenir de nuevas y variadas propuestas musicales, según tu opinión, ¿hacia dónde apunta el trabajo de los artistas emergentes?

Va creciendo cada día de la mano de nuevos exponentes y referentes que posicionan sus trabajos, junto con el tiempo y trayectoria de sus piezas. Al público le gusta mucho ver a sus artistas afianzando sus logros, siguiéndolos en su proceso y promoviéndolos. De ese modo, se van cumpliendo genuinamente las exigencias del mercado cultural y, aunque todavía quedan aspectos por reforzar, los trabajos apuntan a la exposición internacional.

¿Sentiste alguna vez discriminación de tus pares masculinos al momento de desarrollarte como artista?

Un par de veces, sí. Enfrenté la situación y lo seguiré haciendo de ser necesario, concentrándome en dar lo mejor como artista, tocando las puertas que sean necesarias, hasta encontrar mi oasis de personas que vean mi talento y sepan trabajar con él. El equipo que acompaña el lanzamiento de este nuevo material es ese sitio privilegiado y estoy muy agradecida con ellos.

¿Qué factores socioculturales deberían decantar dentro de la escena artística nacional para lograr mayor inclusión y tolerancia?

La acción de más mentes enfocadas en promover lo trascendente del nuevo arte. Apostar a la diversidad colaborando con los promotores de las vidrieras de difusión locales e internacionales, organizadores de eventos, DJ; en suma, con todos quienes conforman la estructura social cultural y artística, conjuguen su esfuerzo y creatividad, viendo las novedades, dando más espacios al talento emergente, cual si fuera una empresa conectada como nación, proyectada al mercado global.

De los temas que compusiste, ¿cuáles te convocan con mayor ímpetu?

En el Paraguay, diría Hombre vampiro, En vivo y directo y Tacumbú; mientras que en Argentina, Hacé algo, Wakura y En silencio. Creo que los gustos de cada comunidad son diversos. En nuestro país gustan más mis canciones rockeras, y en Bolivia, Argentina y Japón prefieren, hasta el momento, los temas lentos y con acento pop.

¿Sentís que existe mayor apertura por parte del gobierno hacia el desarrollo y promoción de artistas?

Sí, pero que no es suficiente. Merecemos crear un flujo más grande, sembrando y cosechando más, invirtiendo y generando mayores espacios, nutrirnos de los frutos del arte.

Más allá del lanzamiento del disco, ¿qué nuevos proyectos te deparan este año?

Mucho de lo que ocurra está ligado al lanzamiento de Cambio de vida. En ese sentido, estamos preparando varias presentaciones en el interior del país y Gran Asunción, y siempre abierta a las invitaciones internacionales que, de a poco, se van concretando; todo esto con las ganas de mostrarle al público el material. Con el equipo estamos pensando enviar nuestro trabajo a varios festivales y competencias internacionales. Siempre estoy con la veta de la composición dando vueltas, y si bien tengo algunas canciones para otro álbum, la producción lleva su tiempo. Son muchas las personas a quienes agradecer: los músicos que me acompañan, la producción, amigos y seres queridos que nunca dejan de aportar con su aliento.

La evolución personal que atraviesa Marcela da cuenta de que la corriente de las expresiones sensibles involucra una vuelta de tuerca en las personas, sistemas y situaciones. Abordar esta etapa trae consigo múltiples desafíos para la carrera dinámica de una nueva exponente de la música alternativa.

Marcela Lezcano

Ajustando los últimos detalles para el lanzamiento de un nuevo trabajo solista, esta compositora e intérprete ubica las bases de su inspiración en el trabajo conjunto y las melodías de las historias. Echamos un vistazo a sus conquistas y posicionamientos dentro de la escena.

Apuntes disonantes

“El primer referente del rock nacional no es un músico, sino un locutor llamado Bernardo Aranda: era él quien pasaba rockanrol en la antigua radio Comuneros”, señala el colega especialista en arte y cultura, Sergio Ferreira. Durante los 60, esto ocasionó, incluso, persecución política y degradación del género.

Con la influencia anglosajona y el beat argentino, este movimiento tomaba forma bajo la denominación de música beat o progresiva. Pertenecen a este periodo bandas como Los Rebeldes y Blue Caps, entre otras.

Desde enero de 1988 —ocasión en que se realizó Rock SanBer y permitió que el rock latinoamericano suene con mayor ímpetu— pasaron décadas, pero puede considerarse como el puntapié para la nueva camada de artistas que reflejan en los apuntes históricos del rock nacional vanguardistas expresiones y múltiples ventajas.

carlos.canete@abc.com.py

Fotos: Arsenio Acuña, gentileza