La palabra kaizen, en japonés, se compone originalmente de otras dos palabras: kai (cambio) y zen (sabiduría), y juntas se entienden como “cambio para mejorar” o “proceso de mejora continua”. El autor de este concepto es Masaaki Imai, un teórico de la organización japonesa y consultor de gestión, quien acredita que su técnica puede ser aplicada tanto en el ámbito personal como laboral. Su filosofía propone adquirir un nuevo hábito realizando una determinada tarea todos los días, a la misma hora, durante un minuto, para ocasionar un impacto mayor y convertir esos hábitos en resultados permanentes. El creador asegura que el éxito de esta regla reside en su simplicidad y baja exigencia, ya que en 60 s el trabajo puede completarse sin emplear demasiada energía. Este sistema revolucionó la industria en países como Singapur, Indonesia, China, Malasia, entre otros, que demostraron un crecimiento acelerado debido a su adopción.
Para dicho procedimiento, se efectúa una pequeña “trampa mental” en la que el cerebro no percibe la labor como un reto inalcanzable, sino como un esfuerzo muy asequible que debe desarrollarse de manera repetitiva. Esta reiteración permite que el cerebro pronto realice las conexiones neuronales para automatizar la práctica. Entre las diferentes técnicas para su implementación se destacan cinco palabras japonesas: seiri (clasificar), seiton (ordenar), seiso (limpiar), seiketsu (estandarizar) y shitsuke (disciplina), que son acciones que ayudarán a concretar las actividades de una manera eficiente y efectiva.
“Cuando nos trazamos un propósito, muchas veces, imaginamos que el camino será difícil y, probablemente, desistimos en el proceso. Subestimamos que supondrá un sacrificio, por eso dejamos atrás las herramientas que se encuentran a nuestro alcance para poder lograrlo. Es fundamental entender que todo proceso requiere de un tiempo prudencial y los propósitos no se alcanzan de la noche a la mañana. Diariamente debemos enfocarnos en la voluntad que poseemos y desarrollarla todos los días; de lo contrario, la tendencia apunta hacia el conformismo y la comodidad. Un enemigo fatal es la pereza, porque genera efectos negativos para nuestra salud, como la frustración y el estrés, provocados por una ansiedad constante. Además, nos aleja de nuestros objetivos, provocando que el desempeño en cualquier área de nuestra vida sea mediocre”, refiere la psicóloga Claudia Viola Cacavelos. La entendida afirma que los proyectos deben ser realistas, con expectativas razonables, como hacer ejercicios, perder peso, gastar menos, leer un libro, etc. Todo cambio implica autodisciplina y una forma de allanar el camino sería separando los ideales en pequeños pasos. Gradualmente, se logra una excelencia emocional, física y mental, aumentando la productividad y autoestima.
Implementación del método
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Como asegura el creador de la regla del minuto, “un largo camino comienza con el primer paso y no tiene nada de malo que sea corto. Lo que importa es seguir caminando”. Esto supone que, en todos los ámbitos de la vida, todo cambio –por más insignificante que parezca– representa evoluciones considerables a lo largo de los años.
Según la psicóloga Viola Cacavelos, para la implementación de dicha filosofía, deben aplicarse estos principios fundamentales:
- Alta disposición para obtener cambios.
- Fe y confianza.
- Paciencia ante las frustraciones.
- Actitud receptiva hacia errores identificados.
- Rapidez para implementar soluciones.
- Mente positiva para atraer buenos pensamientos.
- Evaluación constante para descubrir las fortalezas y debilidades.
dbattilana@abc.com.py
