Cuatro grandes escenas de riesgo de Tom Cruise

A Tom Cruise le gusta ponerse en peligro de muerte al rodar algunas de las secuencias cinematográficas más peligrosas posibles, como el reciente tráiler de la nueva "Misión Imposible" nos recordó.

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Si aún no vio, amable lector, el tráiler de Misión Imposible: Nación Secreta que fue presentado al mundo ayer, debería hacerlo porque promete una entretenida película. Pero si por alguna razón no puede y no quiere que le revele los detalles antes de tiempo, este es el momento de dejar de leer.

Aquellos que sí lo vieron habrán notado que al final del tráiler se ve una secuencia en la que Ethan Hunt, el personaje de Tom Cruise, se aferra a un gigantesco avión en el momento en que está despegando. Nada del otro mundo, ¿no? Muchas películas de acción incluyen momentos increíbles como este. Probablemente hay trabajo de computadoras, pantallas verdes o algún otro truco cinematográfico involucrado, y aún en caso que los realizadores realmente hayan asegurado una cámara a un avión y lo hayan hecho despegar con un actor agarrado al fuselaje, probablemente era algún doble... ¿No?

Excepto que en el caso de las películas de Cruise, la cosa no funciona así. Notorio por inisitir en hacer sus propias secuencias de acción, sin importar lo dementes y peligrosas que suenen, Cruise se ha ganado un merecido respeto como una de las más dedicadas estrellas de acción actualmente trabajando, y aún a los 52 años no para en su afán de presentar acción de calidad y hacer que el público realmente se sumerja en la ilusión de que realmente está viendo a un héroe de acción en peligro en vez de a un actor intercalado con un doble ante una pantalla verde, aún cuando eso suponga realmente ponerse en peligro.

Como las imágenes hablan más que las palabras, aquí van algunos ejemplos en vídeo... aunque acompañados de palabras.

Dando inicio a la que se volvería una tradición de filmar escenas para la saga Misión Imposible suspendido a cientos de metros de una muerte segura en caso de cualquier falla en su equipo de seguridad, Cruise abría Misión Imposible II, de John Woo, escalando las rocosas estructuras del Parque Estatal Dead Horse Point en Utah, Estados Unidos, en la que sería la escena de apertura de la película, en la que el agente Ethan Hunt está vacacionando antes de ser convocado en una nueva misión.

Aunque obviamente Cruise estaba asegurado a un arnés para la increíblemente peligrosa escena, no había red de seguridad, por lo que algún desperfecto en el arnés hubiera significado un muy prematuro final para el rodaje. Dice mucho de la ética de trabajo de Cruise – y quizá también de su cordura - el hecho de que se rehusó a reconsiderar la escena, como se lo había pedido el estudio, simplemente porque le parecía una forma perfecta de hacer que el público se reencuentre con el personaje.

Es una escena que no tiene la más mínima incidencia en el argumento del filme, y que literalmente podía haber sido reemplazada por cualquier otra, probablemente una introducción que no ponga en peligro mortal a la estrella del filme, pero Cruise aparentemente puede ser muy persuasivo, sin duda una ventaja de ser la estrella y el productor del filme.

En la siguiente entrega de la saga, dirigida por J.J. Abrams, Cruise halló otra excusa para hacer locuras en las alturas. En esta ocasión en una escena un poco más vital, ya que implica el intento de Ethan Hunt de rescatar el misterioso artefacto que mueve todo el argumento, y que se encuentra resguardado en un edificio fuertemente custiodiado en Shanghai, China. Si Hunt no va a poder entrar por la puerta, lo va a hacer desde arriba.

Tras balancearse entre edificios como un Hombre-Araña sin traje rojo y azul, Hunt se deja caer sobre la inclinada estructura, y Cruise tiene la oportunidad de homenajear a Jackie Chan.

Pero había que ir más alto, y en la excelente cuarta entrega de Misión Imposible, Cruise volvió a dar infartos a ejecutivos de Paramount y a quienquiera que maneja su seguro de vida al filmar una escena que cualquier cinéfilo moderno desmentiría cínicamente como algo que seguramente filmaron contra una pantalla verde en algún estudio. Bueno... no.

En esta escena del filme de Brad Bird, Hunt – por cuestiones complicadas que en realidad poco importan para el propósito de este texto – debe escalar varios pisos del Burj Khalifa de Dubai, el rascacielos más alto del mundo, irrumpir en la sala de servidores informáticos y luego regresar rápidamente a su habitación de hotel.

Parece el momento adecuado para destacar lo ventajoso que es para un director – y para la calidad de la secuencia de acción en general - contar con un actor dispuesto a correr estos riesgos en vez de simplemente dejar que un doble se cuelgue a cientos de metros del suelo. Al usar un doble, el director debe esforzarse en hacer que no se note que se trata de un doble, mostrándonos la acción desde lejos o usando trucos similares. Y un director habilidoso puede trabajar así y aún lograr mantener la ilusión, pero si el público ve que el actor en sí es el que está allí haciendo lo que el héroe hace, la ilusión no solo se mantiene, sino que se refuerza.

Esta entrada es importante no solo porque es otra instancia de Cruise arriesgándose por el espectáculo – aunque en una medida mucho menos impactante que colgar a más de cien pisos del suelo –, sino también porque nos da una idea de lo que puede ser la acción en Misión Imposible: Nación Secreta, ya que ambos filmes comparten director: Christopher McQuarrie.

La persecución a la mitad de Jack Reacher, en la que el personaje protagonista persigue a unos matones mientras huye de la Policía, es impresionante no solo porque Cruise es claramente el que está al volante del vehículo en casi toda la escena – ciertamente en ambos choques laterales que se ven en la secuencia – sino por la excelente dirección.

Nada de sacudidas de cámara innecesarias para dar la ilusión de acción. McQuarrie nos deja ver todo de forma clara y estable, siguiendo a los vehículos durante largas tomas que nos dejan en claro que se trata de autos de verdad esquivando y chocando en perfecta coreografía. En un punto aparte que más tiene que ver con la dirección que con Cruise, noten lo bien que la ausencia de música encaja con la escena, con el estruendo de los motores sirviendo como cortina sonora, dándose potencia y suspenso extra a la acción.

Estos son solo cuatro ejemplos, pero la filmografía de Cruise está repleta de excelentes momentos de acción – se pueden hallar en filmes aclamados como la primera Misión Imposible, Minority Report, El Último Samurai, Colateral o la reciente Al Filo del Mañana, como en propuestas más olvidables como Encuentro Explosivo y Oblivion. Si algo tienen todos esos filmes en común es que Cruise se esfuerza por hacer de lo increíble, lo más creíble posible.

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