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Considerado uno de los más importantes actores del cine británico actual, Alan Rickman murió a los 69 años en Londres, tras una larga batalla contra el cáncer, confirmó su familia según informa el diario The Guardian.
Tras haberse establecido como un conocido actor de teatro y cine en el Reino Unido, Rickman saltó a la fama internacional en Hollywood cuando interpretó al villano Hans Gruber en el exitoso e influyente filme de acción Duro de matar, en 1988.
Años después, en 2001, se hacía con el papel del temible profesor Severus Snape en la saga Harry Potter, un papel que repetiría en todas las películas de la mundialmente taquillera saga basada en las novelas de fantasía de J.K. Rowling.
Su presencia fue también notoria en exitosas películas como Robin Hood: Príncipe de los Ladrones (1991), Michael Collins (1996), Dogma (1999), Galaxy Quest (1999), Realmente Amor (2003), Sweeney Todd (2007) y Alicia en el País de las Maravillas (2010), entre muchas otras.