Hans Kurz y el proyecto Fundalibros

El ex representante de Naciones Unidas en el Paraguay, Hans Kurz, llegó ayer a nuestro país procedente de Costa Rica, donde reside. En ocasión de rendir tributo a su amigo Augusto Roa Bastos ayer al mediodía, le consultamos sobre el proyecto Fundalibros Cervantes. El diálogo in extenso es como sigue.

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- ¿Qué puede decirnos de Augusto Roa Bastos, usted que trabajó de cerca con él?

- No pude no venir. Yo vivo en Costa Rica y apenas me enteré de su fallecimiento vine anoche porque él nos ayudó mucho en Naciones Unidas. Su presencia nos facilitó mucho, sobre todo en la reforma constitucional donde tuvo un rol activo en la parte de los derechos de las poblaciones indígenas. También toda la temática de la relación entre cultura, derechos humanos y desarrollo. Hicimos talleres con policías, militares sobre el manejo de la justicia sin utilizar la violencia. Me acuerdo un día que estábamos en la mesa principal y toda la sala llena de policías y militares en uniforme y don Augusto dijo: "Es la primera vez que yo estoy aquí arriba y ustedes allá abajo".

- ¿Qué pasó del proyecto Fundalibros Cervantes?

- Al final quien no pudo dar el aporte que era necesario fue el Ministerio de Educación.

- ...de Paraguay, ¿verdad?

- Sí. Sí.

- En qué consistía Fundalibros Cervantes, solo para refrescarnos la memoria.

- Consistía en algo que yo leí hace poco en internet que parece que estamos retomando, que es introducir la lectura en todo el país como algo normal y que no sean solo 2.000 paraguayos que compren libros, sino todo el mundo tenga acceso.

- ¿Y usted recuerda quién era el ministro en esa oportunidad?

- Sí. Pero no quiero mencionar el nombre porque es muy amigo, pero no tuvo los recursos. (Se refiere a Nicanor Duarte Frutos).

- ¿De qué año hablamos?

- Hablamos... eso era poco antes de mi salida en el... a ver... en el noventa y tres.

- Ajá.

- Pero le repito que yo leí en internet de que, no me acuerdo, creo que con el Ministerio (de Educación) hay una iniciativa que va en esa dirección, porque sería algo muy bonito. Los españoles iban a cooperar, pero ellos también se retiraban por falta de fondos...

- Por la falta de contrapartida paraguaya.

- No. También de ellos, porque con la excusa de los quinientos años, las Olimpiadas, Sevilla, todo les había costado demasiado. Fuimos con don Augusto y el viceministro de aquel entonces de Relaciones, fuimos a ver al ministro de Relaciones de Madrid, nos invitaron a los dos ser parte de la delegación paraguaya para la cumbre de presidentes en aquel entonces, pero al final no se pudo concretizar. El iba a poner el dinero que había recibido en el Premio Cervantes y nosotros íbamos a poner una parte, pero evidentemente era una cuestión de envergadura sin el apoyo institucional y más recursos no era factible. Pero existen los documentos y todo.

- Acá en Naciones Unidas...

- Yo supongo que ahí los tienen, pero si no, yo los tengo en casa en Costa Rica.
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