Miss Bolivia: “Soy un ser militante y no puedo escapar de eso”

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Desatando todo el caudal de sus letras explosivas se presentará hoy, por primera vez en nuestro país, Miss Bolivia, la artista que expone con sus canciones situaciones sociales, relaciones sentimentales y por sobre todo apunta a la búsqueda de justicia.

Al escuchar en una canción una lírica frenética que traspasa los sentidos y eleva un fuerte grito de protesta se constata que, a pesar de la alienación, aún existen manifestaciones capaces de superar el repetitivo manejo de las industrias culturales.

El temperamento, compromiso y personalidad, plasmados en la obra de una artista que la viene remando hace tiempo, llegó avasallante a la escena local. Hoy se presentará por primera vez en nuestro país, en el marco del festival por el 2º aniversario del sello discográfico “4Kcho Records”, en Pirata Bar, desde las 22:00, la cantautora argentina Paz Ferreira, conocida con el nombre de Miss Bolivia.

Abordando una clara lucha ante las arbitrariedades, fusiona los ritmos de cumbia, dancehall, hip hop y reggae, proponiendo una nueva estética sonora que combina la frescura y provocación de lo digital con la potencia de los ritmos y elementos originarios.

Ferreira estudió psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y se recibió con diploma de honor en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Su apodo lo obtuvo en homenaje a la calle en que vivía desde muy joven, llamada Bolivia, en el barrio de La Paternal. Además viajó constantemente a ese país, para aprender su cultura.

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Abiertamente bisexual, está fuertemente vinculada al activismo de los Derechos Humanos.

Su hit Tomate el palo, en colaboración con Leo García, ocupa puestos privilegiados en las listas de América Latina.Conozcamos más sobre su carrera, el lanzamiento de su nuevo material y su mirada acerca de la militancia, a tan solo horas de su primer show en nuestro país:

-Hace aproximadamente diez años, cuando se proyectaba tu carrera artística, por encima de la psicología, las letras y la función pública, ¿existía una determinación sobre tu postura o punto de vista social, plasmado en las canciones? ¿Cómo describirías el devenir de Miss Bolivia, ahora que tu obra refleja planos más íntimos de tu personalidad? 

-Siempre existió una determinación sobre mi postura o punto de vista social cultural. Desde chica me acostumbré al pensamiento crítico, a abordar la realidad haciendo preguntas, provocando al estatus quo. Siempre me ubiqué del lado resistente y contracultural, desde antes de que Miss Bolivia existiera. Luego lo que pasó fue que ella pudo amplificar más la postura que tenía, empezando a comunicar mis ideas de forma un poco más masiva.

-¿Qué aspectos de la personalidad de Paz Ferreira cambiaron o evolucionaron social y artísticamente? 

-Los aspectos de mi personalidad que se desarrollaron más desde que existe Miss Bolivia tienen que ver con una postura más aguerrida, más intransigente, en relación a algunas cuestiones urgentes. Quizá antes era un poco más amable, pero ahora a veces hay cosas mucho más importantes y no queda tiempo para dar tantas vueltas. Algunos temas deben abordarse directamente y sin filtro. En ese sentido ya no sería tan polite.

-En relación a la visualización de las desigualdades que padecen las mujeres, no solo en la Argentina, sino que a nivel regional, ¿en qué estadio se encuentra esa reivindicación desde tus canciones? ¿Sentís que hay cosas que deben potenciarse y cómo llevás esta creciente popularidad con la gente para exponerlas?

-En relación a este problema, las desigualdades que padecen las mujeres, la violencia social, institucional, doméstica, hay un video donde yo recité un poema, el pasado 3 de junio, que es el día de Ni una menos, con el nombre “Paren de matarnos”. Esa es la letra de una canción que se viene en el próximo disco. Ahí está bastante expuesta mi postura de cómo siento ahora mismo este flagelo, que en realidad esta también contextuado con unas dinámicas opresoras hacia las minorías. Creo que es importante asumir el rol social de comunicador para levantar la voz de repudio y toma de conciencia ante esta gran problemática que azota a las mujeres.

-¿Sentís que con tu disco “Miau” lograste esa solvencia e identidad musical que estabas buscando y por qué?

-Cada disco es una postal instantánea, el aquí y ahora del artista. “Miau” logró capturar lo que estaba pasando en mi cabeza, en mi corazón y en mi lengua. Le estoy muy agradecida, ya que cristaliza y empodera la identidad musical, estilística y discursiva. Nos hizo subir un escalón y nos fortaleció bastante.

-Acá el tema “Tomate el palo” es un hit que lo corean personas de distintos estratos sociales, identificándose con la letra, ¿creés que con otros temas, como “Libre, atrevida y loca”, por ejemplo, se podrían dar resultados similares, o pensás que el público todavía siente mayor afinidad hacia asuntos sentimentales?

-Hay preferencias muchas veces del público, por contenidos de amor y desamor. Son situaciones universales que de algún lado o del otro nos involucran como seres humanos. En este caso, al tratarse de una cumbia de despecho, fue apropiada por la gente con fines catárticos, para eso está la canción. Yo la cedí al público para que la usara como quisiera.

No obstante, lastimosamente, los problemas de género en este momento, son universales y urgentes. También hay otras canciones que son pegadizas y tienen fuerza en la pista de baile, como “Libre, atrevida y loca”, que habla de asuntos de género y generación de conciencia y erradicación de la violencia, temas que vale la pena materializar.

-¿Qué es lo que más rescatás del, a veces poquito tiempo, que permanecés en cada lugar donde estuviste en los últimos dos años?

-Lo que más rescato de las culturas por donde viajo, tiene que ver con la comida, la bebida, la música y las personas. La cultura y el folklore de cada país, me resultan sumamente atractivos y enriquecedores. Me pone muy contenta porque me ayuda a diversificar el abanico de contenidos en los que me muevo. Conocer al otro, sirve para conocer las diferencias.

-Contanos sobre el lanzamiento de tu nuevo disco y ¿qué diferencias podríamos escuchar en él, comparándolo con los demás?

-El próximo disco, que podría nombrar como un sucesor de Miau, es más autobiográfico y habla más de amor. Quizá no ese amor tan romántico, sino más bien del estilo loser, pero es lo que me tocó transitar. En lo estilístico, sigue la cumbia, el rap, el reggae como columna medular pero la fusión es lo que prevalece y a partir de ahí me atrevo a dialogar con otros estilos como el folklore latinoamericano, la electrónica y las baladas. Estoy muy contenta, además es el tercero que hago con mi productor Guillermo D. Lo tengo en el horno, listo para lanzarlo en dos meses aproximadamente.

-¿Cómo ves al género de las canciones de protesta ganando territorio en Latinoamérica?

-La militancia y lo social, atraviesan de punta a punta mi discografía. Soy un ser militante y no puedo escapar de eso. Las canciones de protesta fueron evolucionando estilísticamente en las últimas décadas. Antes quizá eran más aburridas y había que escucharlas con un cuchillo en la mano para cortarse las venas. No es necesario tanto dolor y aburrimiento. Se puede cantar y protestar a la vez.

-¿Podés adelantarnos algo sobre el show de esta noche?

-Estoy muy contenta por esta primera presentación en Paraguay. Vamos a hacer un show con toda la banda, lo que me pone aún más feliz, además de tratarse de un país hermano. Haremos una presentación completa, recorriendo todo lo que fue el disco Miau, y anticipando lo que se viene en el próximo.

Instalando mensajes certeros a través de la música, Miss Bolivia consigue reflejar una realidad sincera, a veces alegre, a veces triste y muchas veces desgarradora del sentir de las minorías.

El lenguaje artístico presta sus herramientas para visualizar las desigualdades y buscar el progreso cultural, que a fin de cuentas, debería ser la meta máxima y todavía utópica de nuestros pueblos.

Conservar la esencia y potenciar que más personas despierten ante la opresión e injusticias, es un legado que esta artista nos enseña con sus canciones.

“El femicidio se puso de moda, y el juez de turno se fue a una boda, y la policía participa en la joda…, y así va la historia de la humanidad, que es la historia de la enfermedad” (Fragmento del poema “Paren de matarnos”).