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El piloto en cuestión es Whip Whitaker, interpretado por el oscarizado actor Denzel Washington (“Día de Entrenamiento” y “Gloria”). Con una vida desordenada en lo personal y profesional –su adicción al alcohol lo terminó por alejar de su familia, y le afecta cada vez más en su desempeño laboral–, el personaje de Whitaker se muestra vulnerable desde la primera escena: despertando, junto a una sexy Nadine Velazquez completamente desnuda; rodeados de cocaína y reclamando “muchos vuelos y poco descanso”.
Su dependencia lo conduce a pilotar embriagado, arriesgando a toda la tripulación. Su ingenio como piloto lo ayuda a darle vuelta a un avión entero y evitar la caída; es así como logra un aterrizaje de emergencia y salva a la mayoría de los pasajeros.
La secuencia del accidente en caída libre se convierte en lo mejor de la película; al menos unos 20 minutos de pura adrenalina en un primer acto bien logrado. El guión indagará después en las consecuencias del accidente: donde el protagonista pasa de ser un héroe nacional, a un cuestionado profesional que será estrictamente investigado por negligencia.
La historia, sin embargo, adolece de ciertas subtramas que poco aportan al relato principal y que solo suman tiempo a la cinta.
Denzel Washington –nominado por este personaje a un Óscar al Mejor Actor– se luce en una impecable interpretación, tan llena de contradicciones que lo muestran muy humano. Un gracioso John Goodman también logra el lucimiento, como amigo y cómplice del susodicho.
La banda sonora recrea los momentos que vive el protagonista, como la canción “Feelin’ Alright”, que suena mientras Whitaker se entrega a las sustancias que ingiere.
El talentoso Robert Zemeckis (“Volver al Futuro” y “Forrest Gump”) supo darle forma a una película que sabe qué teclas tocar para llevar el ritmo al espectador durante sus más de dos horas de duración; aunque más tarde caiga en el riesgo de un final moralista y precipitado que no termina de convencer.
El espectador que busque una verdadera película de catástrofes, seguramente no salga muy convencido. De todas formas, Zemeckis –que viene dedicándose al cine de animación, con filmes como “El Expreso Polar” y “Los Fantasmas de Scrooge”–, logra una película correcta, casi complaciente –cuya historia le valió al guionista John Gatins una nominación al Óscar–, que logra sobrevolar una historia… pese al peligro de una inminente caída.
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EL VUELO (Flight)
Dirigida por Robert Zemeckis
Escrita por John Gatins
Producida por Robert Zemeckis, Laurie MacDonald, Walter F. Parkes, Jack Rapke y Steve Starkey
Edición por Jeremiah O'Driscoll
Dirección de fotografía por Don Burgess
Banda sonora compuesta por Alan Silvestri
Elenco: Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle, Bruce Greenwood, John Goodman, Tamara Tunie, Brian Geraghty y Nadine Velázquez