“Fuerza Antigangster”: el salvaje Oeste

Un correcto filme de acción ambientado en la era en que los mafia controlaba una glamorosa Los Ángeles.

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A fuerza de algunas muy buenas actuaciones –y una en particular excelente, nada sorprendente si se tiene en cuenta al actor que la entrega-, un guión que no deja de caer en ciertos clichés pero que en la mayor parte del tiempo los evita con estilo, y el buen ojo del director Ruben Fleischer para la acción, “Fuerza Antigangster” se presenta en la cartelera paraguaya como una opción más que válida para aquellos que recuerden con nostalgia las historias de mafiosos y policías que últimamente no están tan presentes en el cine, al igual que para quienes simplemente busquen una buena película de acción para pasar el tiempo.

El filme transcurre en Los Ángeles, California, en 1949, cuando el icónico letrero en la montaña aún estaba completo y proyectaba su “Hollywoodland” en el horizonte, los enormes automóviles, los hombres trajeados y las mujeres elegante y sobriamente vestidas paseaban por las calles, y las drogas, las apuestas ilegales y la prostitución, entre otras lucrativas pero ilegales actividades, se hallaban bajo el poder de un hombre: el mafioso judío Mickey Cohen.

El poder de Cohen –interpretado por Sean Penn, dos veces ganador del Oscar- era tal que tenía en su bolsillo a jueces y policías de alto rango, y era virtualmente intocable por la ley. Es por esto que uno de los jefes de la Policía de la ciudad decide poner al sargento John O’Mara (Josh Brolin), un veterano de la Segunda Guerra Mundial, a cargo de un escuadrón extraoficial para que ataque a las operaciones de Cohen actuando al margen de la ley.

Este es el primer filme “serio” del director Fleischer, quien se hizo de fama tras estrenar en 2009 la excelente comedia “Tierra de Zombis”, y en 2011 añadió a su naciente filmografía otra comedia, la no tan bien lograda “30 Minutos o Menos”. En este salto a un proyecto mucho más ambicioso, con un elenco mucho más imponente y una historia que requiere un esfuerzo logístico importante para recrear una ciudad tan icónica como Los Ángeles en un período no menos emblemático, Fleischer sale en general bastante bien parado, dejando que sus personajes y los excelentes actores detrás de ellos lleven los momentos de desarrollo de la trama mientras deja que ese buen ojo para la acción que comenzaba a evidenciar en sus dos películas anteriores se deje ver en todo su alcance en muy bien logrados tiroteos, peleas y persecuciones.

El director evita el molesto recurso de editar de forma vertiginosa la acción y sacudir incesantemente su cámara para dar la sensación de una situación adrenalínica, mostrando la acción en todo su esplendor y de una forma que asegura que los intercambios de balas resulten tensos y emocionantes, llegando a tener momentos auténticamente brillantes como una fantástica persecución vehicular hacia la mitad del filme. Si hay algo que no termina de cuadrar es el repentino uso de la cámara ultralenta –un recurso característico del director- en momentos de acción; de alguna forma, un recurso tan inherente del cine moderno distrae cuando es usado en una ambientación como la del filme, aunque es un detalle menor y casi sin importancia dado que sólo es usado en el tiroteo climático de la película.

Si bien ese pequeño aspecto rompe un poco la ilusión de estar viendo el año 1949, al final casi nada hace para desmerecer el brillante trabajo de ambientación que ostenta la película: desde los peinados y el vestuario hasta los automóviles, las armas, la tecnología e incluso el aspecto de lugares bastante icónicos de la ciudad están recreados de forma notable.

Muchos críticos hablan de los clichés, o sea las ideas, tipos de personajes o acontecimientos que son usados a menudo en un tipo de película específica, como algo inherentemente negativo. No estoy de acuerdo; un cliché solo es malo si no se sabe utilizar. Y lo digo porque prácticamente cada miembro del escuadrón antigangster de O’Mara es un tipo de cliché: el propio O’Mara es el clásico tipo duro con inquebrantable sentido del deber y el honor; su segundo Wooters (Ryan Gosling) es el mujeriego y algo egoísta personaje que luego aprende a luchar por algo más que sí mismo; el grupo tiene su genio tecnológico, su curtido veterano (siempre es bueno ver a Robert Patrick trabajando, ¿quién no recuerda al temible robot de metal líquido de “Terminator 2”), el que tiene dudas morales sobre la misión, etc. Bidimensionales como mucho, sin demasiada profundidad ni nada que haga de ellos personajes particularmente memorables, pero son utilizados de forma correcta y no dejan un mal sabor de boca.

El que lógicamente sí se destaca es Cohen, y no podía ser de otra forma con una figura como Penn interpretándolo. El actor parece encantado de darse rienda suelta en el sadismo y la furia de su personaje, al que logra hacer amenazante y temible, muy parecido al Al Capone de Robert De Niro en “Los Intocables”; verlo en pantalla generalmente significa que alguien está punto de morir, y Penn transmite la amenaza que supone su personaje tanto cuando está actuando de forma violenta como cuando ni siquiera está hablando; se comunica tanto con la boca y los puños como con los ojos y los movimientos.

Como dije antes, el filme, en su mayor parte, hace un muy buen trabajo al aparentar que va a caer en clichés clásicos del cine policial, para luego evitarlos de formas bastante ingeniosas. Un ejemplo: por supuesto que la esposa de O’Mara expresa preocupación y disgusto con el hecho de que su marido va a ir a la guerra con un peligroso y poderoso capo mafioso, como las esposas y novias de incontables otros personajes similares han hecho a través de los años, pero en vez de hacerle la vida imposible y pasársela llorando angustiada, la mujer se convierte en un factor vital en la formación del grupo. No siempre lo logra, sin embargo: uno puede hacerse una idea de quienes estarán vivos y quiénes no para cuando comiencen los créditos finales, y uno probablemente no se equivoque, pues son los que corresponden al tipo de personajes que generalmente no llega al final con vida en las películas de acción.

Echando mano de bastante estilo y un diestro ojo para el manejo de personajes y escenas de acción, Fleischer consiguió hacer que un material que en las manos equivocadas fácilmente podría haber resultado en una experiencia tediosa, finalmente se constituya en una forma más que satisfactoria de pasar dos horas en una sala de cine.

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FUERZA ANTIGANGSTER (Gangster Squad)

Dirigida por Ruben Fleischer

Escrita por Will Beall (basada en un libro de Paul Lieberman)

Producida por Dan Lin, Kevin McCormick y Michael Tadross

Edición por Alan Baumgarten y James Herbert

Dirección de fotografía por Dion Beebe

Banda sonora compuesta por Steve Jablonsky

Elenco: Josh Brolin, Ryan Gosling, Sean Penn, Emma Stone, Giovanni Ribisi, Anthony Mackie, Robert Patrick, Michael Peña, Nick Nolte, Sullivan Stapleton y Mireille Enos

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