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Es un logro, porque circula el trabajo que hacemos, afirmó a nuestro diario Giorgio Gianinazz, responsable de Helvetas en nuestro país, organismo que respaldó la realización de Tierra roja.
Helvetas Paraguay trabaja en el área rural desde 1970. Hace dos años convocó a un concurso para promover producciones audiovisuales.
El documental de Ramiro Gómez formó parte de ese proyecto, que consistió en producir varios audiovisuales con realizadores urbanos.
Fue una idea para realizar un intercambio. Nos dimos cuenta de que los urbanos conocen muy poco el campo y esta experiencia lo verificó de forma muy clara. Fue muy aventuroso, pero muy exitoso. Salieron varias cosas, como lo de Ramiro y Leticia Coronel, agregó el responsable de Helvetas Paraguay.
Tierra roja plantea la historia de cuatro familias, dos campesinas y dos indígenas. Las familias Vera, Esteche, Cabral y Villalba comparten con el espectador su rutina, sus esperanzas, sus desgracias, sus miedos y lo que esperan de la vida.
El material dura 73 minutos, está hablado en guaraní y ha tenido una importante repercusión a nivel internacional.
En Estados Unidos, el documental paraguayo compitió con nueve producciones, provenientes de Chile, Brasil, Argentina y Venezuela, así como coproducciones de Alemania-Suiza, Alemania-Cuba, Estados Unidos-México y Estados Unidos-Israel.
Tierra roja, además de Estados Unidos y Argentina, también se exhibió en Cuba y Francia.
Ramiro Gómez es un joven profesional que se formó en cinematografía en La Habana, Cuba. Realizó varias especializaciones, dirigió cortometrajes y Tierra roja es su primer largometraje. Actualmente trabaja en su segundo largo.