Si siente dolor de cabeza, lo primero que puede intentar es salir a tomar aire fresco o bajar la intensidad de la luz, descansar y ver si de ese modo la molestia pasa. Si eso no ayuda o si la jaqueca se ve acompañada de náuseas, puede tomar alguna medicación.
"La primera opción sigue siendo el paracetamol. En principio las mujeres embarazadas pueden ingerir 1 gramo hasta tres veces por día", recomienda el Dr. Christof Schaefer, de la clínica Charité de Berlín. Por supuesto, Schaefer hace hincapié en que el paracetamol no es ningún dulce y que no debería tomarse a lo largo de varias semanas.
"Pero si necesita tratar un dolor fuerte de cabeza durante algunos días, no tiene por qué preocuparse por el bebé, eso es lo que dicen actualmente los estudios", explica.
Durante la primera y la segunda parte del embarazo también se puede recurrir a analgésicos preparados en base a ibuprofeno, pero "a partir de la semana 28 el ibuprofeno puede pasar a la sangre del bebé o dañar la función renal del feto", advierte el médico.
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Es decir, lo ideal es que la madre esté bien para que el niño también esté bien. Ningún bebé estará demasiado feliz si la madre tiene dolores muy fuertes. Siempre hablándolo antes con su ginecólogo, por supuesto.
"Pero además hay personas que saben compensar muy bien los dolores físicos y no necesitan ingerir medicación", comenta Schaefer, que recomienda recurrir a métodos alternativos como la acupresión o, simplemente, retirarse a descansar. La serenidad es uno de los mejores recursos sanadores que tenemos.