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La víctima fue identificada como Eusebio “Charro” Espínola Ramírez, de 62 años, quien falleció de infarto según diagnosticó el forense del Ministerio Público, Dr. Andrés Alvarenga. El hombre ya llevaba más de dos días de fallecido. El miércoles, en horas de la tarde, fue la última vez que fue visto por el barrio Submarino de esta ciudad.
Luego de la inspección del cuerpo, el fiscal Guillermo Ortega, a través de su asistente, Zoraida Canata, dispuso que el cuerpo sea entregado a su sobrina, Salvadora Romero de Espínola.
Docentes de la escuela Divina Esperanza, que está pegada a la vivienda, se acercaron hoy a las 16:30, aproximadamente, para mirar en la casa de Don Charro, de donde provenía el olor, y se encontraron con que el hombre estaba tendido en el suelo boca arriba, ya en estado de putrefacción. Ante dicha situación, avisaron a los demás vecinos y dieron aviso a la comisaría local.
Los vecinos reclaman que el cuerpo no pueda ser retirado por los familiares porque están mandando hacer un cajón especial porque ya no lo pueden mover y tampoco entra en uno reglamentario, dijo su sobrino Julián Espínola. Pidió paciencia a los lugareños porque recién mañana para, las 06:00, le prometieron tener terminado el féretro. Luego van a celebrar un responso de cuerpo presente en el lugar para posteriormente trasladarlo hasta el cementerio local.