PARÍS (AFP). El primero, desarrollado por la Universidad de Oxford (Reino Unido) en asociación con AstraZeneca, generó “una fuerte respuesta inmunitaria” en un ensayo con más de 1.000 pacientes.
“Si nuestra vacuna se revelara eficaz, es una prometedora opción, ya que este tipo de vacuna puede ser fabricada fácilmente a gran escala” comentó Sarah Gilbert, investigadora de la universidad de Oxford.
El segundo proyecto de vacuna fue realizado en Wuhan (China) por investigadores de varios organismos, entre ellos la Escuela militar de ciencias médicas, financiados por el grupo de biotecnología de Hong Kong, CanSino Biologics, con ensayos en 500 personas.
Estas dos se suman a una desarrollada por la estadounidense Moderna, anunciada la semana pasada, también en avanzado estado en las pruebas.
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Todos estos resultados eran muy esperados, pues numerosos investigadores y laboratorios de todo el mundo libran una carrera contrarreloj para hallar una vacuna segura y eficaz contra la Covid-19.
Las tres vacunas más avanzadas se encuentran en la fase 3.
El 15 de julio, la empresa de biotecnología Moderna, que se está asociando con los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, anunció que pasaría a la fase 3 de su vacuna en dos semanas, informa el sitio especializado KHN.
La desarrollada por investigadores de la Universidad de Oxford en el Reino Unido utiliza una versión debilitada de un virus que causa resfríos comunes en chimpancés.
Luego, los investigadores agregaron proteínas, conocidas como antígenos, del nuevo coronavirus, con la esperanza de que pudieran “entrenar” al sistema inmune humano para combatir al virus si entra en contacto con él.
Otra candidata en un ensayo de fase 3 se está desarrollando en China. Utiliza una versión muerta, y por lo tanto segura, del nuevo coronavirus para estimular una reacción inmune.
Otras dos han llegado a la fase 2, mientras que ocho están terminando sus ensayos de la fase 1 e iniciando la fase 2.
Todas estas vacunas están siendo desarrolladas por una combinación de corporaciones e instituciones en varios países.
Una usa material de ARN que proporciona las instrucciones para que un cuerpo produzca los antígenos necesarios. Este es un enfoque relativamente no probado para la vacunación, pero si funciona, tiene aspectos que podrían facilitar su fabricación.
La compañía estadounidense de biotecnología, Novavax, recibe fondos federales para producir una vacuna que utiliza una proteína hecha en laboratorio para producir una respuesta inmune.
Hay 10 investigaciones de otras vacunas en fase 1, y unas 140 todavía no han alcanzado la fase clínica.
Expertos dicen que tener este número de vacunas potenciales en desarrollo es impresionante, justamente por lo nuevo que es el coronavirus.
“En general, el ritmo de desarrollo y avance a los ensayos de fase 3 es impresionante”, dijo Matthew B. Laurens, profesor asociado del Centro de Desarrollo de Vacunas y Salud Global de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland. “Las asociaciones público-privadas han tenido mucho éxito y están logrando objetivos para el desarrollo rápido de vacunas”.
Además, el hecho de que se estén probando varios enfoques distintos significa que no estamos poniendo todos los huevos en una sola canasta.
“Necesitaremos varias candidatas si alguna presenta problemas en la producción o efectos inesperados cuando se use en un número grande de personas”, explicó Laurens.
Fases de investigación de una vacuna
Fase 1
En esta fase, la vacuna se prueba en grupos de entre 20 y 100 personas saludables. El estudio se centra en confirmar que no represente una amenaza para la salud, que sea efectiva, identificar efectos secundarios y determinar cuál es la dosis adecuada.
Fase 2
Es un estudio a mayor escala en el que participan varios cientos de personas. Aquí se evalúan los efectos secundarios más comunes en el corto plazo y cómo reacciona el sistema inmune a la vacuna.
Fase 3
Es un ensayo mucho más grande en el que participan varios miles de voluntarios. Aquí se compara cómo evolucionan las personas que fueron vacunadas respecto a las que no. También se recolectan datos estadísticos acerca de la efectividad y qué tan segura es la vacuna. Esta fase también sirve como una nueva oportunidad para identificar otros posibles efectos secundarios. Fuente: BBC.
