Al darse a conocer la imputación formal contra la expresidenta Argentina, Cristina Fernández Kirchner, por el delito de lavado de dinero, esta se encontraba en su casa de El Calafate La custodia se redobló en la residencia, y reinaba un ambiente de nerviosismo, según reportan medios argentinos.
El tranquilo ambiente que reinaba en El Calafate, la ciudad donde reside, se transformó de pronto en un clima de nerviosismo y excesivo control, según asegura el diario Clarín.
Los custodios se ubicaron en la puerta principal de acceso a la residencia, así como en los alrededores de la misma, intensificando el dispositivo de seguridad. Supervisaban exhaustivamente cada movimiento de los transeúntes, y no permitían que absolutamente ningún curioso se detuviera a observar la casa.
El fiscal Guillermo Marijuán imputó a la exmandataria por la causa de lavado de dinero, y las repercusiones de la noticia modificaron la jornada en el vecino país.
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Incluso, algunos habitantes de la localidad manifestaron quejas porque los efectivos de seguridad no los dejaban transitar con bicicletas por la zona aledaña a la casa donde Cristina Kirchner descansa desde el pasado viernes.
El equipo de custodia que vigila a la expresidenta está distribuido en tres camionetas, más otras que recorren la manzana con cierta frecuencia. Además, según la descripción de Clarín, hay dos personas paradas en la tranquera de ingreso. Constantemente, los guardias piden a los habitantes, e incluso a los medios de prensa que “se respete el perímetro de seguridad”.
Pese al estricto régimen de seguridad, varios turistas hicieron el intento de tomar una fotografía de la casa. Además preguntaban si Cristina se encontraba en el sitio, pero no obtuvieron respuesta alguna.
En el amplio jardín de la casa también se observaba a guardias recorriendo el mismo.
El único comentario que los periodistas argentinos lograron captar, fue el de uno de los custodios que se encontraba en una caseta de madera ubicada frente a la residencia. El hombre dijo: “Recién leímos sobre la imputación”.
El miércoles 13, la ex presidenta deberá viajar a Buenos Aires para declarar en el marco de la causa por el dólar futuro. Anuncian que en su viaje será respaldada por una movilización de la militancia kirchneristas.
Según reportes, en los díasque lleva en la residencia del Calafate, no salió ni si quiera una vez. Además, trascendió que en el sitio no la acompañan sus hijos.
