Amanda Nguyen, la joven que pelea por defender a las víctimas de violaciones

LA HAYA. La activista estadounidense por los derechos civiles Amanda Nguyen explicó a Efe sus planes de conseguir que Naciones Unidas apruebe una resolución para defender a las víctimas de violaciones y abusos sexuales.

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“Cuando fui violada en 2013, me encontré con un sistema judicial roto en EE.UU. Me di cuenta de que lo peor que me había pasado a mí no fue haber sido violada, sino haber sido traicionada por la Justicia”, denunció esta joven de 27 años, que esta semana viajó a La Haya para participar en un congreso internacional.

Estudió astrofísica con el sueño de convertirse en una astronauta, pero su vida dio un vuelco cuando fue víctima de una violación, un suceso del que no quiere hablar pero que mantiene en su memoria para seguir firme en su lucha contra los sistemas judiciales que ponen trabas a las denuncias de muchas mujeres y hombres contra sus abusadores.

A pesar de que en EE.UU. las víctimas tienen hasta 15 años para tomar la decisión de denunciar a su agresor, el kit de violación, la prueba forense con la que el denunciante sostiene su versión de los hechos ante un juez, se podía destruir a los seis meses en Massachusetts, donde se produjo la agresión de esta joven.

Nguyen tuvo que realizar los trámites dos veces cada año para mantener viva en el sistema la prueba esencial y única para condenar a su violador. En otros estados, como New Hampshire, el kit se destruía a los dos meses, y en Florida, en 30 días, mientras que los procesos judiciales en casos como este pueden llevar más de diez años de espera haciendo que las víctimas estén pendientes de que sus pruebas forenses no acaben en la basura antes de que su agresor pase por un tribunal.

Nguyen consideró que esa situación “era muy injusta” y decidió “volver a escribir la ley” creando Rise, una ONG dedicada a defender y promover los derechos de las víctimas de abusos sexuales en EE.UU., y que, con la ayuda de congresistas y otros expertos, presentó un proyecto de ley para cambiar la situación.

Primero lo consiguió en Massachusetts con la Declaración de Derechos para las Víctimas de Agresión Sexual, y después presentó el mismo proyecto a nivel federal, que logró el apoyo unánime del Senado de EE.UU. y estableció las bases de cómo la policía y los jueces deben tratar a las víctimas de violación.

En octubre de 2016, llegó el beneplácito final y el entonces presidente, Barack Obama, promulgó la Ley de Derechos de las Víctimas de Agresión Sexual, que exige recopilar y conservar las pruebas en casos de violaciones durante todo el tiempo necesario y garantizar el acceso de las víctimas a las pruebas médicas y forenses necesarias sin tener que pagar por ello.

Después de recibir cartas de víctimas de todo el mundo, esta joven decidió dar el paso a nivel mundial y, por ello, viajó esta semana a La Haya para participar en un congreso de jóvenes líderes y comunicarse con otras personas que, como ella, quieren cambiar las leyes en su país.

Su propuesta tomará la forma de una resolución de Naciones Unidas a favor de los derechos de las víctimas de agresión sexual, y ella espera que pase por votación de la Asamblea General el próximo año. La idea es que la ONU, que nunca ha aprobado una resolución que trate las violaciones de manera completa, exija ahora al mundo que la violencia sexual sea priorizada como un asunto en sí mismo y no una categoría subordinada a otras cuestiones, como un arma de guerra o parte de la violencia contra las mujeres.

“Se ha evidenciado que este es un asunto que también afecta a los hombres. Nuestro objetivo es que los líderes mundiales entiendan que hace falta construir sistemas legales en todo el mundo para que las víctimas tengan la oportunidad de acceder a la Justicia. Hay que garantizar que cualquier persona reciba su dignidad humana”, explicó.

Según cifras de la ONU, el 35% de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja u otra persona en algún momento de su vida, mientras que sólo en EE.UU. el 23% de las estudiantes universitarias declararon haber sido víctimas de esta lacra.

Los planes de Nguyen, cuyo nombre fue propuesto por miembros del Congreso de EE.UU. al Premio Nobel de la Paz 2019, cuentan con el respaldo del actor estadounidense Terry Crews, quien denunció públicamente este verano haber sufrido acoso sexual, y de las actrices Evan Rachel Wood y Cameron Esposito, entre otras estrellas de Hollywood. 

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