La Cámara Federal argentina autorizó al ciudadano de ese país Pablo Schoklender, quien se encuentra procesado por una causa de presunto defraudamiento a la organización Madres de la Plaza de Mayo, no necesitará volver a su país cada dos meses para comparecer ante la Justicia.
La Cámara Federal adoptó esa disposición a pedido de la abogada de Schoklender, Florencia Plazas, quien argumentó que su cliente estableció su vida laboral en Paraguay, informó el diario La Nación de Argentina.
Schoklender podrá así realizar su comparecencia cada dos meses en el Consulado de Argentina en Paraguay. De acuerdo con medios argentinos, Pablo vive en Asunción y se dedica al rubro de la construcción. Indican que utiliza su segundo apellido, Silva, tratando así de desligarse de su apellido Schoklender.
El caso “Sueños Compartidos”, que involucra a Schoklender y a su hermano mayor Sergio, se refiere al supuesto desvío irregular de dinero entregado por el Estado argentino para la construcción de viviendas sociales, una iniciativa impulsada por Madres de la Plaza de Mayo.
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Sergio y Pablo Schoklender habían ganado notoriedad en su juventud cuando fueron condenados por el asesinato de su padre y su madre, ocurrido el 30 de mayo de 1981.
De acuerdo con el caso, en horas de la madrugada Pablo –en ese entonces con 20 años de edad– golpeó en la cabeza a su madre, Cristina, con una barra de hierro, cuando esta regresaba a la casa. Luego su hermano Sergio dio dos golpes más a la madre, también a la altura de la cabeza.
Posteriormente y con el mismo modus operandi, mataron a su padre Mauricio.
De acuerdo con lo que relataron posteriormente los hermanos, alegaron que sufrían constantes maltratos por parte de sus padres, que estaban también en conflicto.