El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, informó a la prensa que si bien varios incendios se han contenido, “hay unos 24 que arden sin control. Los bomberos luchan contra ellos. Se ha perdido una enorme cantidad de propiedades y ganado”.
Al menos un bombero sufrió heridas en el rostro y las manos, mientras las autoridades anunciaron el arresto de tres sospechosos de provocar de manera intencionada los fuegos. Además, nueve viviendas de la pedanía ganadera de Uarbry, a unos 300 kilómetros al norte de Camberra, quedaron arrasadas.
Más de 2.500 bomberos trabajan para contener y extinguir los incendios que han arrasado más de 450.000 hectáreas de terreno y su frente activo abarca unos 200 kilómetros, señaló el comisionado del servicio rural de bomberos, Shane Fitzsimmons.
Se espera un descenso en las temperaturas, después de las catastróficas condiciones meteorológicas registradas el domingo con 40 grados de temperatura y fuertes vientos, mientras las llamas se desplazan en dirección norte hacia las localidades de Leadville y Coolah.
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