“Está todo mal” y no hay una salida para la crisis, señala el 84% de los indagados en el sondeo “El Brasileño y la Política”, publicado por el diario Estado de San Pablo.
Las personas “no saben bien lo que quieren, quieren algo que sea diferente y que sea pronto”, apunta Meirelles. Brasil enfrenta un “camino sin retorno que sólo se puede resolver con un pacto sobre un nuevo modelo de gestión”, añade el especialista.
Según Meirelles, el pesimismo de los brasileños tiene su raíz en las manifestaciones de 2013, cuando cientos de miles de personas se volcaron imprevistamente a las calles para repudiar al sistema político.
