El secretario de Seguridad Pública del estado de Maranhao, Jefferson Portela, y el comandante general de la Policía Militar, Jorge Allen Luongo, concedieron hoy una rueda de prensa para explicar el enfrentamiento que se produjo en la noche del lunes entre agentes y miembros de una banda de criminales.
El suceso se produjo cuando un camión ignoró una orden de parada de la Policía, lo que provocó una persecución en la que se intercambiaron tiros entre los oficiales y los sospechosos que estaban en el vehículo.
En total, tres personas murieron, diez personas fueron arrestadas, once fusiles fueron requisados y cerca de 10,3 millones de dólares fueron incautados. Entre las armas se encontraban dos ametralladoras de calibre 50, capaces de perforar un coche, y se confiscaron 17 chalecos y 449 municiones de calibre 55,6.
Según la Secretaría de Seguridad Pública, los involucrados son sospechosos de un asalto a una oficina del estatal Banco do Brasil en la ciudad de Bacabal, en noviembre de este año.
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“A final de la noche del lunes, los sospechosos fueron abordados dentro de una camioneta y no obedecieron la orden de parada para el registro, respondieron con disparos de armas de fuego y se inició el intercambio de disparos”, afirmó Portela.
“Una de nuestras sospechas, que aún está siendo investigada, es que consideramos que siempre hay un apoyo local, para dar guarida a los criminales”, añadió.
Tras la detención de los delincuentes y la verificación de los datos, los presos fueron trasladados al Complejo Penitenciario de Pedrinhas.
