BRASILIA (AFP). La presidenta del tribunal, Cármen Lúcia, llamó a respetar la decisión de la Corte, que delibera bajo un esquema de seguridad reforzado y sometido a fuertes presiones de partidarios y rivales del carismático líder de la izquierda.
Los primeros cuatro votos de los once que emitirá el Supremo Tribunal Federal (STF) dejaron la pugna 3 a 1; mientras sigue el debate.
Edson Fachin, relator de la Operación Lava Jato que dejó al descubierto una red de corrupción entre empresarios y políticos, rechazó el recurso al señalar que Brasil ya había sido apercibido en tribunales internacionales por la extensión de sus procesos, que en muchos casos desemboca en una mera prescripción.
Pero su colega Gilmar Mendes emparejó la votación, argumentando que la posibilidad de detener a un acusado tras la segunda instancia dejó de ser una opción para convertirse en un “principio inflexible” de dictar “prisiones automáticas”.
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Y propuso una solución intermedia: que la condena sea ejecutada solo después del tercer grado (Superior Tribunal de Justicia, STJ) , lo cual permitiría a Lula seguir libre al menos varios meses, hasta que esa Corte emita su sentencia.
Lula, de 72 años, fue condenado por recibir un apartamento de lujo de una constructora involucrada en el escándalo de sobornos de Petrobras, pero presentó el habeas corpus ante el STF para evitar su encarcelamiento.
Si su recurso es aceptado, podrá seguir en precampaña y apostar a un largo proceso en los tribunales superiores. De lo contrario, podría ser arrestado en breve.
Tensiones
Las tensiones que genera el caso Lula se hacen sentir dentro y fuera del tribunal.
Entre los jueces, las interrupciones y cruces fueron constantes desde el inicio de los debates. La Corte en Brasilia trabaja aislada del público.
La policía montó un vallado para separar a los manifestantes de ambos bandos a lo largo de la Explanada de los Ministerios, que desemboca en la plaza de los Tres Poderes donde se halla el Supremo Tribunal Federal (STF).
Pero hasta media tarde apenas unos pocos miles de activistas seguían las deliberaciones bajo un cielo gris.