Como es habitual, Jorge Mario Bergoglio dio una conferencia de prensa a bordo del avión que lo trajo de regreso a Roma desde Suecia, donde participó de los 500 años de la Reforma luterana.
Una de las preguntas se refirió a la reciente audiencia privada que concedió al presidente Nicolás Maduro en el Vaticano.
“El presidente del Venezuela pidió una cita porque venía de Medio oriente y hacía escala técnica en Roma, había venido en julio de 2013, luego había pedido otra cita pero se enfermó y no pudo venir. Y pidió, cuando un presidente pide se lo recibe, unavez más en Roma. Escuché media hora, le hice algunas preguntas y escuché su parecer, está bien siempre escuchar a todos”, explicó el Papa.
“El diálogo es el único camino para todos los conflictos, se dialoga, no hay otra salida, con el corazón apuesto por el diálogo, creo que se debe ir sobre ese camino; no sé cómo terminará porque es muy complejo, pero la gente que está en el diálogo tiene estatura política importante: (José LuisRodríguez) Zapatero que fue dos veces premier en España, (Juan)Restrepo, pidieron a la Santa Sede estar en el diálogo las dos partes y la Santa Sede designó al nuncio en Argentina”, destacó.
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El pontífice enfatizó: “Creo que es ahí en la negociación el único camino para salir de los conflictos, no hay otra, no hay. Cuántas víctimas se hubieran ahorrado en Medio oriente con el diálogo”.
Una vez más también habló de los migrantes y los refugiados además de reconocer la solidaridad de Suecia con los perseguidos políticos de las dictaduras latinoamericanas.
“Primero como argentino y como sudamericano, agradezco tanto a Suecia por esa recepción, porque tantos argentinos, chilenos, uruguayos, en el tiempo de las dictaduras militares, fueron recibidos por Suecia, que tiene una larga tradición de recepción, pero no puede solo recibir sino integrar, buscar súbito una casa, escuela, trabajo, integrar en pueblo”, afirmó.
“No debemos asustarnos de los migrantes porque Europa fue hecha de una continua integración de culturas. Creo que no se puede cerrar el corazón a un refugiado”, señaló Bergoglio. “Si Suecia perdió su capacidad de recepción” no es por “egoísmo” y se necesita una “prudencia” en la acogida, para poder dar “casa, trabajo, cultura” a todos, añadió.
Cuando un migrante o un refugiado “no está integrado”, existe el “peligro, me permito la palabra, el neologismo tal vez, se’guetiza’, entra en el gueto, es una cultura que no se desarrolla en relación con otra cultura ... y creo que el el peor consejo para los países que tienden a cerrar las fronteras es el miedo, el mejor consejo es la prudencia”, resaltó el Papa.
También se refirió a la trata de personas y la explotación sexual de mujeres, un tema sobre el cual trabajó en Buenos Airescuando era cardenal primado.
“Trabajé con dos congregaciones de hermanas que trabajaban con las prostituyas, las mujeres esclavas de la prostitución. Nome gusta decir prostitutas”, afirmó Francisco.