Detenidos en Irak 24 miembros del EI que se infiltraron desde Siria

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MOSUL. Las tropas iraquíes han detenido a 24 miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI), entre ellos cuatro cabecillas radicales, que se habían infiltrado en territorio iraquí desde la vecina Siria.

El jefe del Estado Mayor de la Defensa iraquí, Ozman al Ghanmi, anunció hoy en una rueda de prensa en la provincia de Nínive, que estuvo bajo el yugo del EI entre 2014 y 2017, que los 24 infiltrados fueron detenidos por los efectivos del Ejército.

Al Ghanmi aseveró que se están tomando “medidas preventivas” para mantener la seguridad en la ciudad de Mosul, la capital de Nínive, que fue el principal bastión del EI en Irak desde su conquista en junio de 2014 hasta su liberación en julio de 2017.

El alto mando llegó hoy a Nínive acompañado de otros mandos del Ejército y representantes del Ministerio de Defensa y dio una serie de instrucciones a comandantes militares de la provincia y a otros responsables de la seguridad en la región septentrional, próxima a la frontera con Siria.

Por otra parte, cinco yihadistas fueron abatidos en la provincia occidental de Al Anbar, informó a Efe el comandante Salam Abdelqader, de la Policía de esa región fronteriza con Siria.

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Milicianos de la Multitud de los Clanes (milicias suníes) en la ciudad de Hadiza, ubicada 160 kilómetros al oeste de Ramadi, capital de Al Anbar, se enfrentaron con los radicales en el marco de una redada para buscar a secuestrados por el EI en el valle Huran.

Asimismo, otros cinco yihadistas perecieron al noroeste de la ciudad de Mosul en una operación de las fuerzas iraquíes, con el apoyo de la Multitud Popular (milicias mayoritariamente chiíes), que cercaron a los sospechosos en el vehículo en el que viajaban y le prendieron fuego para evitar que explotaran sus cinturones explosivos, según un comunicado oficial.

Ayer, el primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, aseguró que el país se está preparando para evitar repercusiones del final del EI en Siria sobre la seguridad de Irak.

Abdelmahdi declaró que su Gobierno sigue de cerca los acontecimientos en torno al último reducto del EI en el este de Siria, donde las Fuerzas de Siria Democrática, una alianza armada liderada por kurdos, han conseguido arrinconar a los extremistas en un área muy reducida.

Asimismo, señaló que la mayoría de los yihadistas que aún quedan en el enclave de Al Baguz son de nacionalidad iraquí, aunque no aclaró si Bagdad está dispuesto a que sean repatriados.

El EI conquistó amplias áreas de Siria e Irak a mediados de 2014 y proclamó un califato en esos territorios, de los que ya no controla prácticamente nada, después de haber sido derrotado a finales de 2017 en Irak y haber perdido casi todos sus dominios en Siria.