Los dos rohinyás murieron en una zona boscosa cercana al gran campo de refugiados de Kutupalong, en el distrito de Cox’s Bazar, en el sureste de Bangladés.
“Los rohinyás, dos ancianos, dormían bajo un toldo de plástico. Los elefantes salvajes los pisotearon hasta matarlos”, declaró a la AFP Kamal Hossain, un responsable de la comunidad rohinyá.
Los campos de refugiados están desbordados, por lo cual muchos rohinyás se instalan en los bosques aledaños.
Más de 410.000 miembros de la minoría musulmana rohinyá cruzaron la frontera de Birmania hacia Bangladés desde el 25 de agosto huyendo de la represión del ejército birmano.
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La ONU calificó de “limpieza étnica” la represión del ejército birmano y de las milicias budistas contra los rohinyás.