Miami, Estados Unidos, es ahora una ciudad fantasma, la mayoría de las personas han abandonado la zona luego de la declaración de evacuación mandatoria, según el relato de Bruno Zavala, médico paraguayo, que está viviendo allí. El huracán Irma llegaría a la ciudad entre la tarde y noche de este sábado.
Zavala se encuentra en Miami, Estados Unidos, desde mayo del 2015 cuando inició su residencia de Medicina Interna en el Jackson Memorial. Comentó en contacto con ABC Color la expectativa ante el fenómeno climático esperado y la necesidad de quedarse cerca de los lugares que azotaría la tormenta.
Contó que en estos protocolos de emergencia se dividen los doctores en dos equipos: los que tienen que quedarse en el hospital durante el transcurso de la tormenta y los que deben ir inmediatamente al centro asistencial apenas levantada la alerta.
“Hay zonas A que se inundan sí o sí, B que puede ser a veces, y C que es muy difícil. Ahora están ordenando una evacuación mandatoria de las zonas B y C, eso significa que si algo sucede, las fuerzas, llámense bomberos, la policía militar... nadie te puede garantizar una ayuda. Como mucha gente decide quedarse, es bajo su propio riesgo”, explicó.
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Su esposa, Sabrina Onetto, también es doctora y tendrá que llegar a un centro asistencial, al igual que él, dos horas después de que la alerta sea levantada. En caso de que los accesos estén inundados, la policía militar irá en bote por ellos para que ingresen a su guardia. Ella trabaja en el hospital Mount Sinai Medical Center.
“Mucha gente salió de la Florida porque el gobernador dijo más o menos: ‘sálvese quien pueda’, inclusive en los locales tienen mucho miedo de esta tormenta. Huracán Andrew, que fue antes, fue mucho menor que Irma y fue un destrozo total", manifestó.
El compatriota aseguró que su edificio es uno que se hizo después del Huracán Andrew, que causó mucha destrucción en los inicios de los años 90, por lo que a partir de entonces salieron normas municipales de construcción que prevean una serie de medidas de seguridad para resistir este tipo de fenómenos climáticos.
“El nuestro es bien seguro, pero ya tenemos la electricidad limitada, nos avisaron que probablemente se corte el agua, la luz o que todos los accesos estén inundados. Tenemos comidas enlatadas y agua para aguantar, nos dijeron prepárense para estar dos semanas sin acceso a los supermercados, preparen para dos semanas a la guerra”, acotó riendo.
En cuanto a la comunicación luego del fenómeno climático, hay una aplicación que les dijeron a los doctores para bajar en el teléfono que funciona como una radio con alta frecuencia. “Nosotros tenemos un bipper, cuando nada ya no funciona esos funcionan, los de la policía militar saben que apenas se levante el llamado nos buscan”, agregó.
Jackson Memorial es un hospital público grande. Bruno Zavala es doctor interino en proceso de formación. “Estoy en la residencia médica en tercer grado, me toca manejar el equipo que hace interconsultas de medicina interna para el resto de los servicios. Todo el equipo médico se está preparando ya hace mucho tiempo, bajo protocolo que ya está estructurado una semana antes”, señaló.
El hospital tiene un área en específico, que es uno de los pocos edificios preparados para sostener vientos fuertes, es como una especie de búnker, tiene salones que se activan en caso de que haya una cantidad superior. Si estamos rebosados, estemos que habilitar los estadios de fútbol americano. La cruz roja, el estado de Miami, los bomberos, están trabajando juntos, es impresionante como están trabajando coordinadamente”, concluyó.
