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Así informaron este miércoles un investigador de Amnistía Internacional y una fuente local.
Los incidentes se produjeron durante el fin de semana pasado en la ciudad de Burayo, en una zona dominada por la etnia oromo, cerca de Adís Abeba.
Un grupo organizado cometió una serie de asesinatos y saqueos en Burayu, según había anunciado hace dos días el jefe de policía de la región de la etnia oromo, Alemayehu Ejigu, que dio un saldo de 23 muertos.
Pero Fisseha Tekle, un investigador de la organización Amnistía Internacional, aseguró que residentes en la zona le comunicaron que al menos había 58 muertos.
Otra fuente local, relacionada con la investigación oficial, explicó a la AFP haber visto cuerpos de personas muertas, y cifró las víctimas en 65.
Tras los choques iniciales, estallaron manifestaciones en Adís Abeba, que degeneraron en otros enfrentamientos violentos.
Los manifestantes acusaban a grupos de jóvenes oromos de atacar a otros grupos étnicos procedentes del sur del país, y que se instalaron en los últimos años en la región oromo.
Adís Abeba es una ciudad multiétnica de cuatro millones de habitantes, situada en plena zona oromo.
Sin embargo, la capital ha registrado un gran crecimiento demográfico, y se ha extendido más allá de sus límites geográficos.