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QUITO. Balda es un exaliado de Correa en el partido Alianza País, pero diferencias personales y luego políticas terminó por distanciarlos.
El caso quedó “congelado” en el Poder Judicial, dominado por el exgobernante socialista, durante 7 años.
Durante la audiencia de preparación del juicio, que se lleva a cabo en la Corte Nacional de Justicia desde la semana pasada, Balda denunció a la defensa de Correa por intentar intimidar en la cárcel a una de las sospechosas de haber participado en el presunto delito que estaría colaborando como testigo.
El fiscal Pérez presentó 28 evidencias contra Correa y mencionó, por ejemplo, las cartas que envío el agente Chicaiza entre 2013 y 2015 al entonces máximo mandatario de Ecuador, en las que supuestamente le pedía ayuda para frenar una indagación fiscal en territorio colombiano
La jueza que sigue el caso descartó un pedido de anulación del juicio solicitado por la defensa de Correa, declaró la validez del proceso y dijo que todas las actuaciones de la Fiscalía fueron legales.
Desde Bruselas, donde reside desde que dejo el cargo, el expresidente ecuatoriano aseguró que “no tienen nada” en su contra e ironizó en su cuenta de Twitter al señalar que una de las “evidencias” de la Fiscalía es el nombramiento suyo como jefe del Estado, en 2007.
Además, cuestionó el papel de lo que denominó la “prensa corrupta”, porque, a su juicio, son los medios críticos a su gestión los que avalan las supuestas irregularidades cometidas por la parte acusadora.
“Ay, la prensa corrupta! Entre las 'evidencias' está, por ejemplo... ¡mi nombramiento como presidente de la República! En realidad, no tienen nada, ni tendrán, por eso han tenido que inventarse 'peritajes' y falsos testimonios", escribió Correa.
Por el caso ya están detenidos tres agentes de Inteligencia y un excomandante de la Policía, así como pesa orden de prisión sobre un exjefe de la Secretaría (ministerio) Nacional de Inteligencia que está en España y cuya extradición fue pedida por Ecuador.