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NUEVA YORK. El mandatario, que tiene previsto ir a Austin, pero no a Rockport ni a Houston, los lugares más afectados por el meteoro, expresó su agradecimiento a los servicios de emergencia y a las autoridades locales encargadas de coordinar la evacuación de al menos 17 mil personas en todo el estado de Texas.
“La proporción ha sido épica. Nunca nadie ha visto algo como esto y sólo quiero decir que ha sido un honor para nosotros trabajar con el gobernador y con todo su equipo”, declaró al reunirse con el gobernador de Texas, Greg Abbott, ciudad donde Harvey impactó con vientos de hasta 215 kilómetros por hora.
John King, de la cadena CNN, afirmó que la decisión de Trump de no visitar ni Rockport ni Houston es una “movida inteligente”. La operación de rescate aún está en curso y la presencia del presidente allí desviaría la atención hacia él.
Trump arribó a bordo del Air Force One junto a la primera dama Melania Trump (que causó revuelo por vestir tacones aguja), el jefe de Estado Mayor John Kelly y otros funcionarios de la Casa Blanca.
Además del gobernador, también participaron de la reunión los senadores por Texas Ted Cruz y John Cornyn, y el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long.
“Usted ha sido simplemente excepcional. Y puedo decirle que mis compañeros me están diciendo lo bien que sus agentes han trabajado de manera conjunta”, agregó. “Este es un verdadero equipo”.
Trump, que viajará más tarde a Austin, manifestó su deseo de que la respuesta al huracán sirva de ejemplo para saber cómo actuar ante nuevas catástrofes naturales. “Queremos hacerlo mejor que nunca, que dentro de 5 o 10 años nos vean y digan que esa era la forma de hacerlo”, dijo.
El mandatario, destacan medios locales, se está esforzando por no repetir errores que se cometieron en el 2005 con el devastador huracán Katrina, que destruyó Nueva Orleans, durante la presidencia de George W. Bush.
Por ese motivo, el presidente -que está enfrentando su primer desastre natural desde que asumió la presidencia el 20 de enero pasado-, firmó una declaración de desastre para Texas.
Mientras tanto, la tormenta tropical, que causó al menos 10 víctimas fatales, decenas de desaparecidos y cuyo ojo se sitúa frente a la costa central de Texas, sigue arrojando hoy fuertes lluvias y se espera que las inundaciones “empeoren” en el sureste del estado y el suroeste de Luisiana, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
El NHC reiteró hoy a la población a que “no intente viajar alas zonas afectadas, permanezca en lugar seguro y evite conducir por carreteras inundadas”.