Esto es tras una recuperación de la actividad en los túneles de contrabando en la frontera meridional de la Franja.
Los bienes del país vecino se ven estos días en comercios, tiendas de comestibles y supermercados, después de una prolongada ausencia provocada por el antagonismo ideológico entre el régimen del actual presidente egipcio, Abdulfatah al Sisi, y el movimiento islamista palestino que controla la franja.
“Estos últimos tres años he estado vendiendo cigarrillos que nos llegaban de Israel y Cisjordania, mucho más caros, pero en las últimas semanas nos entra más mercancía procedente de los túneles”, confirma a Efe Jaled Nassar, un vendedor de tabaco de 32 años.
Su ausencia estuvo provocada también por las acusaciones de El Cairo a Hamás de apoyar el terrorismo islamista en el Sinaí egipcio, lo que llevó a Al Sisi a imponer un bloqueo de facto a la Franja que se sumaba al que Israel aplica desde 2007.
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Egipto cerró la terminal de Rafah -salvo contados días al año- y su Ejercito comenzó a destruir con excavadoras e inundar con agua de mar los cientos de túneles que hasta entonces conectaban la península del Sinaí con Gaza, en lo que había sido su principal balón de oxígeno durante los peores años del bloqueo israelí.
“El negocio alrededor de los túneles declinó rápidamente en 2013 debido a que el 95 % de los subterráneos quedaron dañados o destruidos. Ahora hemos conseguido renovar algunos, aunque el negocio no es tan bueno como entonces”, declara a Efe Ibrahim, “propietario” de uno de esos pasadizos.
Según un reportaje del diario Al Ayam, que se publica en Ramala, pescado, ovejas, cigarrillos, componentes de bicicletas y motocicletas, medicamentos y otros muchos productos vuelven a hacer el trayecto bajo la frontera hasta los mercados de la Franja. Sus precios más baratos los hacen más accesibles para el debilitado bolsillo de los gazatíes, en su mayoría sumidos en la pobreza y el desempleo.
“Un paquete de cigarrillos de Israel o Cisjordania cuesta entre 30 y 40 shékels (de 8 a 11,5 dólares) y uno de contrabando 18 (4,8 dólares)”, explica Nasar. El floreciente comercio se ha visto también beneficiado por la depreciación de la libra egipcia frente al dólar.
Recientemente, pescaderos de la Franja y otros comerciantes se quejaron de que las mercancías egipcias eran una difícil competencia y estaban causándoles pérdidas, aunque el Gobierno de Hamás impone sobre estos productos una tasa de aduana que a veces llega al cien por cien, principalmente en el tabaco.
Hani Daud, de 35 años y vendedor de productos alimenticios en Gaza capital, asegura que “ incluso con el impuesto, el producto de contrabando genera un mayor beneficio ” que el importado de Israel. Debido a sus particulares necesidades políticas y la calidad arenosa del suelo, Gaza llegó a contar con más de mil de estos túneles para burlar el bloqueo israelí.
En su época de gloria, de 2008 a 2012, cruzaban por ellos desde productos de primera necesidad a animales vivos, pasando por vehículos desmontados y armas de todo tipo. Sin embargo, una larga cadena de atentados en el Sinaí tras las denominadas Primaveras Árabes y las acusaciones de El Cairo de que los terroristas islamistas encontraban refugio en la Gaza de Hamás, puso en jaque toda esta actividad.
Trabajadores de los nuevos túneles constataron que han vuelto a funcionar poco a poco y con mucha precaución, eludiendo toda publicidad. “El contrabando se lleva a cabo rápidamente y con mucho cuidado; durante un espacio determinado de tiempo durante el día o la noche”, dijo uno de ellos.
Hasta hace sólo tres años toda la actividad subterránea se realizaba abiertamente, pero ahora los “propietarios” de los túneles tienen mucho más cuidado para que ni Israel ni Egipto los detecten y destruyan.
A diferencia de los anteriores, los actuales son más largos -de hasta 2,5 kilómetros- y profundos -hasta 20 metros- y sus entradas no son tan visibles como entonces. Además, se aplican protocolos mucho más rápidos de forma que “las mercancías son reunidas en el lado egipcio y luego todas introducidas a la vez en el túnel”, explica un operario.
“Tan pronto como los trabajadores palestinos las reciben, los contrabandistas egipcios cierran su boca de túnel”, agrega.
Funcionarios de Hamás consultados por Efe declinaron confirmar esta creciente actividad, pero reivindicaron el derecho de los palestinos “a cualquier medio para desafiar el injusto bloqueo israelí”. Y agregaron que cuando el bloqueo sea levantado y las fronteras se abran, “ no habrá ninguna necesidad de túneles”.