El líder del grupo rebelde, que controla Saná desde finales de 2014, subrayó que su movimiento aspira a lograr la paz “con dignidad”, pero rechaza rendirse ante Hadi, que cuenta con el apoyo de la coalición árabe encabezada por Arabia Saudí.
“Estamos dispuestos a una paz honorable. Y en cuanto a la rendición, no somos gente de rendición, jamás”, afirmó Al Huti en un discurso televisado.
Al Huti también comentó que la coalición árabe está haciendo “todos los esfuerzos” para arrebatarles el puerto de Al Hudeida, en la costa del Mar Rojo.
“Movilizan a decenas de miles, utilizan todo tipo de armas y realizan todos los esfuerzos para ocupar el puerto de Al Hudeida”, dijo Al Huti.
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El discurso de Al Huti coincide con una visita del enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, a Emiratos Árabes Unidos (EAU), para hablar con autoridades de ese país, que también integra la coalición, y con los líderes del movimiento separatista yemení.
Durante esa visita, el ministro de Exteriores emiratí, Anuar Gargash, le trasladó hoy a Griffiths la necesidad de “reanudar las consultas para alcanzar una solución política que evite más sufrimiento al pueblo yemení”, según informó la agencia oficial WAM.
El pasado 17 de septiembre, EAU anunció el relanzamiento de la ofensiva de Al Hudeida, después de un intento fallido de la ONU de realizar en Ginebra las primeras consultas de paz en dos años entre los hutíes y el Gobierno yemení.
A pesar de ese anuncio, desde esa fecha solo se han producido enfrentamientos y bombardeos esporádicos, mientras la comunidad internacional presiona para evitar una ofensiva en esa ciudad de 600.000 habitantes.
La importancia de la ciudad de Al Hudeida (oeste de Yemen), es estratégica, puesto que es el principal puerto a través del cual se abastece la región controlada por los hutíes, que se extiende principalmente por el noroeste del país.
La coalición árabe acusa a los hutíes de recibir cargamentos de armas y misiles iraníes a través del puerto de Al Hudeida, pero es también la puerta de acceso para ayuda humanitaria y alimentos, algo crucial para la población del país, que sufre una hambruna.
El ejército yemení y la coalición lanzaron su primera ofensiva contra Al Hudeida en junio pasado, pero se detuvieron después de haber mantenido combates por el control del aeropuerto, en el sur de la urbe, para permitir la celebración de unas negociaciones que acabaron fracasando.