Así se recoge en el último informe del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) luso, divulgado hoy, que detalla que el incendio desatado en el municipio de Monchique el 3 de agosto arrasó un total de 26.763 hectáreas. El del Algarve, en el sur del país, fue el único incendio en lo que va de año de grandes dimensiones, como se denomina a los fuegos que calcinan más de 1.000 hectáreas forestales.
Los datos muestran que 2018 está siendo un año más benigno que los anteriores en materia de incendios, ya que las casi 35.000 hectáreas ardidas suponen la mitad de la media de la última década. Hasta el 15 de agosto hubo un total de 7.670 fuegos en todo el país, por debajo de los 12.864 de la media de 2008-2017.
Con estas cifras, 2018 es hasta ahora el segundo año con menos incendios de la última década, y el quinto con menor número de hectáreas calcinadas.
La principal causa de los incendios de este año fue la realización de quemas de distinto tipo y hogueras (68 %), seguida de los actos de incendiarios (14 %).
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Portugal vivió en 2017 su peor año en materia de incendios forestales, ya que los fuegos arrasaron más de 200.000 hectáreas y causaron 116 muertos.