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“Les pido que eliminen los impuestos que cobran sobre los servicios públicos y así van a ayudar a aliviar la carga sobre cada consumidor, cada comercio y cada pequeña y mediana empresa”, dijo Macri en un discurso al país mientras visitaba un yacimiento de hidrocarburos no convencionales en la Patagonia (sur).
El gobierno dispuso a partir de abril incrementos del 45% al 58% en el precio del gas natural. Los ajustes en las boletas de electricidad oscilan entre el 39% y 47%, en tanto que las de agua potable de red subirán un 26%.
Los aumentos tarifarios de servicios esenciales han causado una reacción de manifestaciones callejeras y protestas en todo el país. Las quejas se extendieron a todos los sectores, desde los residenciales de bajos recursos hasta la poderosa Unión Industrial Argentina (UIA), la patronal más grande del país, que consideró desmedidos los ajustes. “Hay que encontrar el equilibrio con respecto a las tarifas. Hay mucha gente que se queja por el costo del aumento”, dijo el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, a la radio FM La Patriada.
Acevedo es el CE0 de la poderosa exportadora Aceitera General Deheza. La primera respuesta positiva al pedido de Macri de bajar las gabelas fue de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, de la alianza gobernante derechista Cambiemos. Minutos después del discurso del mandatario, Vidal redujo tributos a la luz, gas y agua en una provincia con 18 millones de habitantes, sobre una población total en Argentina de 43 millones.
Pero aún se desconoce la conducta que seguirá el resto de los 23 distritos, gobernados en su mayoría por la oposición.
En más de dos años de gobierno macrista, la tarifa de gas creció un 1.600%, la de luz 500% y la de agua 400%, según cálculos de consultoras privadas.
La inflación registró un alza acumulada de 6,8% en el primer trimestre de 2018.
La meta del gobierno para todo el año es de 15%, porcentaje que impuso también para las negociaciones salariales entre sindicatos y empresas. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que el costo de vida subirá en 2018 un 19,2%. Las consultoras privadas estiman que el índice superará el 23%.