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Aunque las réplicas sísmicas se han venido sucediendo desde el evento principal de mediados de abril, en los últimos días la magnitud y número de dichos eventos han sido menores.
Un sismo de magnitud 5,1 registrado esta mañana parece ser el que activó un “reacomodo” de las placas tectónicas y derivó en la serie de temblores detectadas en esta jornada, indicó a Efe Gabriela Ponce, del IG.
Los movimientos telúricos se han localizado costa afuera, frente a las poblaciones de Muisne y Punta Galeras, en el sur de la provincia costera de Esmeraldas, y sus magnitudes han oscilado entre 5,1 y 2,4, precisó Ponce.
Los sismos -agregó la fuente- han sido “superficiales”, pues se han originado a menos de 20 kilómetros de profundidad, en la llamada “zona de subducción”, donde chocan la placa de Nazca y la plataforma continental suramericana.
“No sabemos cuándo va a parar esto” o si, eventualmente, se calma para volver a presentarse después, añadió Ponce al explicar que el IG mantiene una vigilancia permanente de la actividad sísmica en la zona.
“Hay que ver cómo evoluciona” el fenómeno, añadió.
Tras el sismo de magnitud 5,1 registrado esta mañana, otras nueve réplicas, con magnitudes entre 2,4 y 3,6, se localizaron frente a las costas de Canoa, Muisne y Punta Galera, precisa un informe especial emitido por el IG.
Una de esas réplicas, de magnitud 3,3 y frente a Canoa, fue sentido en los cantones Sucre y San Vicente, en la provincia de Manabí, vecina de Esmeraldas.
El informe señala que hasta el momento se han registrado 2.530 réplicas del terremoto de abril.
Por otra parte, el Gobierno ecuatoriano renovó hoy por un mes más la vigencia de un “ estado de excepción ” en Manabí y Esmeraldas, las más castigadas por el terremoto.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, firmó el decreto que extiende la medida y dispone la movilización nacional de recursos requeridos hacia las dos provincias costeras, con el objetivo de mitigar y prevenir riesgos, así como mejorar las condiciones adversas causadas por el terremoto.
El potente sismo y sus réplicas dejaron 673 muertos, decenas de miles de damnificados y millonarias pérdidas materiales, según las autoridades.
La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) calcula que se requerirán 3.344 millones de dólares para reconstruir las zonas afectadas.