Fuentes policiales informaron a Efe que el ataque ocurrió contra un pueblo en las afueras de la ciudad de Niono, situada a 350 kilómetros al noreste de Bamako, cuando un grupo de hombres armados vestidos de cazadores tradicionales “donzo” (de etnia dogon) empezaron a disparar contra los habitantes.
Precisaron que el saldo es provisional y que entre los muertos se encuentra un número indeterminado de niños, mujeres y ancianos.
Además del terrorismo yihadista, Malí es escenario de enfrentamientos de carácter étnico entre peuls (de mayoría musulmana) y dogon (animistas), que terminan a veces en matanzas de decenas de muertos.
La última y más grave, que ha convulsionado a Malí, tuvo lugar el pasado 23 de marzo en Ogossagou, en el centro del país: allí, una milicia formada por cazadores “donzo” asesinó fríamente a 160 pobladores peuls de una aldea.
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El ministro de Seguridad maliense, el general Salif Traoré, dijo recientemente que la violencia en el país ha costado la vida a 440 civiles y 150 militares (nacionales y extranjeros) en Mali en los tres primeros meses de 2019, uno de los periodos más sangrientos de los últimos años.