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“Es muy pronto para pensar sobre los detalles respecto a un mayor compromiso de la ONU, en particular de mantenimiento de la paz” en el Yemen, declaró Lacroix a periodistas en El Cairo, donde participa en una conferencia sobre operaciones de paz en África y Oriente Medio.
“El mantenimiento de la paz requiere una serie de condiciones para que sea efectivo y, por supuesto, una de ellas es la existencia de un acuerdo de paz” previo, explicó el principal responsable de operaciones de los cascos azules de la ONU.
De acuerdo con la ONU el conflicto en el Yemen es la “peor crisis humanitaria” que hay actualmente en el mundo. Un 75 % de los casi 30 millones de yemeníes necesitan algún tipo de ayuda humanitaria, más de 8 millones de personas dependen de la asistencia externa para sobrevivir y alrededor de 18 millones no tienen garantizada la alimentación.
El organismo multilateral ha promovido un proceso de diálogo entre el Gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, reconocido internacionalmente, y los rebeldes chiíes hutíes, que le disputan el poder, para alcanzar una solución negociada al conflicto del Yemen. Lacroix aseguró que la ONU “ve con grandes esperanzas la perspectiva de unas conversaciones de paz sobre el Yemen”, que se espera que tengan lugar antes de final de año en Suecia.
El enviado especial de la ONU para el Yemen, Martin Griffiths, trasladó el pasado viernes al Consejo de Seguridad su intención de convocar a las partes beligerantes en Suecia después de haber recibido “el compromiso renovado ” del Gobierno y del movimiento hutí para trabajar sobre “una solución política” .
Griffiths aseguró que las dos partes están comprometidas a asistir a las consultas, después de que la anterior convocatoria del enviado fracasara por la ausencia de los rebeldes, que no acudieron a Ginebra alegando que se les impidió volar a Suiza.
La posibilidad de una nueva ronda de consultas ha hecho que se reduzcan las hostilidades y que se detenga la ofensiva gubernamental sobre la ciudad de Al Hudeida, el principal puerto del país y controlado por los hutíes desde finales de 2014.