La imputación que pesa contra Cristina Fernández de Kirchner en la causa conocida como “La ruta del dinero K”, automáticamente hace que la expresidenta pase a la condición de sospechosa de haber participado en el operativo de lavado de dinero, que es investigado por el fiscal Guillermo Marijuán.
En estas condiciones, la cviuda de Néstor Kirchner no es aún culpable de delito alguno, sino que, básicamente, ingresa al radar de sospechosos de haber cometido el ilícito, según explicó un jurista al diario Clarín.
Una de las consecuencias de estar imputado en cualquier causa penal, es que la persona implicada ya no podrá declarar como testigo en la investigación de los hechos. En lugar de eso, la Justicia deberá interrogara Cristina Fernández en la modalidad que se conoce como declaración indagatoria.
En este escenario, ella tiene dos opciones. Puede contar lo que sabe del tema, o también puede negarse a brindar testimonio, pues esto se enmarca dentro de sus derechos.
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Para que un fiscal presente una imputación contra un acusado, no es necesario que se disponga de suposiciones contundentes, basta con una sospecha leve para proceder. No obstante., la imputación debe tener elementos que sostengan coherentemente esa sospecha.
En otras palabras, la imputación es “un punto de partida” para que la justicia comience a investigar los vínculos del sospechoso con los hechos que se le atribuyen.