A BORDO DEL ASTRAL. La embarcación salió de las costas libias hacia el mediodía, aprovechando un momento de calma del mar, pero rápidamente las condiciones empeoraron y los vientos de 50 km/h y las olas lo zarandearon, explicó el fotógrafo Aris Messinis, embarcado en el Astral, un barco de la ONG española Proactiva Open Arms.
El bote fue detectado por un dron de reconocimiento de otra organización no gubernamental, la maltesa Moas, pero sus ocupantes no pudieron ser auxiliados hasta varias horas más tarde, en plena noche, porque se hallaba aún en aguas libias, donde esas ONG no tienen derecho a penetrar. Ante la urgencia del momento “hemos dicho a los guardacostas libios que íbamos a entrar (en las aguas libias) y finalmente aceptaron”, explicó Aris Messinis.
Los esfuerzos de los socorristas, en plena noche, consiguieron salvar a 113 personas, de las cuales 89 hombres, 11 mujeres, 11 adolescentes y dos niños. Según Moas, esos supervivientes aseguraron que al partir eran 130 personas a bordo. Una mujer nigeriana estaba en estado de conmoción tras perder a su hijo de 3 años y un adolescente explicó que perdió a cinco de sus acompañantes.