El agente especial Ronald Hopper dijo a la prensa que Mateen, de 29 años, había sido exonerado en esa pesquisa, pero que prometió lealtad al grupo yihadista Estados Islámico antes de la masacre de Orlando, que dejó 50 muertos.
“Murió en un intercambio de tiros con los agentes”, confirmó Hopper sobre el deceso de Mateen. Según el agente, Mateen llamó dos veces la atención de los investigadores, en 2013 y 2014, por presuntos vínculos con extremistas islamistas.
“El FBI supo en principio de Mateen en 2013 cuando hizo comentarios provocadores a colegas alegando presuntos vínculos terroristas”, dijo a los reporteros.
“El FBI investigó cuidadosamente el asunto, incluyendo entrevistas con testigos, vigilancia física y revisión de historial criminal”, agregó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
“En el curso de la investigación, Mateen fue entrevistado dos veces. Al final no pudimos verificar el fondo de sus comentarios y la investigación fue cerrada”, dijo.
Después fue entrevistado por agentes que investigaban sus lazos con Moner Mohammad Abusalha, otro ciudadano de Florida, el primer estadounidense en perpetrar un ataque suicida en Siria.
“Determinamos que el contacto era mínimo y no constituía una relación sustancial o una amenaza en ese momento”, indicó Hopper.
Preguntado sobre el permiso que tenía Mateen para portar y comprar armas antes, Hopper simplemente respondió que la investigación sobre sus supuestos vínculos radicales había sido “no concluyente”.
“Se reportó que Mateen hizo llamadas al 911 esta mañana (domingo) en que expresó su lealtad al grupo Estado Islámico”, dijo.
“Estamos mirando todas las conexiones tanto locales como internacionales”, concluyó.
El tiroteo, sumado a una toma de rehenes de varias horas, dejó 50 muertos y 53 heridos, algunas de gravedad.
Es el peor tiroteo en la historia de Estados Unidos, y el más mortífero atentado en suelo norteamericano desde los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono en 2001.
Las banderas estadounidenses ondeaban a media asta en todos los edificios federales en honor a las víctimas.
“Es el peor ataque terrorista en suelo estadounidense desde el 11 de septiembre”, dijo el congresista Michael McCaul, jefe de la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes.
El candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, que propuso prohibir el ingreso de musulmanes al país, agradeció, en un tuit, “las felicitaciones por tener razón sobre el terrorismo radical islámico” . “Pero no quiero felicitaciones, quiero severidad y vigilancia. Debemos ser inteligentes”, añadió.
Su rival demócrata Hillary Clinton lamentó, también en Twitter, la “devastadora” noticia del ataque y dijo que sus “pensamientos estaban con todos los afectados por este acto horroroso”.
El ataque se produjo en momentos en que se celebra la Copa América Centenario de fútbol en Estados Unidos. “Pega un poco y asusta” , dijo sobre el tiroteo el defensor argentino Marcos Rojo desde Seattle, donde se aloja su selección. “Algunos jugadores han traído a la familia, nos preocupa y no es bueno que pasen estas cosas”, agregó.
Una noche de fiesta, cerrando una jornada de festivales a favor de los gays en todo el país, se transformó en una masacre en el cerrado recinto de la discoteca Pulse en el centro de Orlando, donde Mateen abrió fuego con un arma automática.
“Hacia las 02:00 (06:00 GMT), alguien comenzó a disparar. La gente se tiró al suelo” , contó uno de los clientes del club, Ricardo Negron, a Sky News.
El testigo dijo haber escuchado “continuos disparos” durante casi un minuto, aunque le pareció mucho más.
La discoteca Pulse, que se presenta en su sitio web como “el bar gay más ’hot’ de Orlando”, colgó en su página de Facebook un último mensaje lapidario: “¡Salgan y corran!”.
“No vi a los atacantes, solamente vi cuerpos cayendo, cuando estaba ordenando una bebida en el bar” , contó el testigo Christopher Hanson.
“Yo caí y me arrastré hacia afuera. La gente trataba de escapar”, dijo Hanson a la cadena CNN, agregando que había “sangre por todas partes” .
La situación se transformó en una toma de rehenes. Tres horas después la policía de élite SWAT intervino en el lugar, sin que haya quedado claro cómo murieron las víctimas ni el atacante.
La policía entró al lugar usando explosivos y rompiendo la pared con un carro blindado conocido como BearCat. El sospechoso murió en medio de una ráfaga de tiros, según el relato policial.
Alrededor de 30 personas fueron rescatadas durante la operación, dijo la policía.
Se trató del segundo ataque en la ciudad en poco más de 24 horas, luego del asesinato el viernes de la cantante Christina Grimmie, exconcursante del show “The Voice”, por un hombre de 27 años que la atacó al término de un concierto y luego se suicidó.
El teatro donde Grimmie fue atacada está situado a unos seis kilómetros del Pulse nightclub.
Las armas de fuego fueron usadas en 11.200 asesinatos en 2013 en Estados Unidos, pero hasta ahora no han llevado a la adopción de medidas efectivas para limitar su uso, en un país donde el derecho a portar armas está protegido por la segunda enmienda de la constitución.
