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En un comunicado, los Veintiocho más Australia, Canadá, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Montenegro, Nueva Zelanda y Noruega expresan su “gran preocupación por los continuos arrestos y detenciones arbitrarias de defensores de los derechos humanos en Arabia Saudí, incluyendo activistas por los derechos de la mujer”.
“Estamos especialmente preocupados por el uso de la ley antiterrorista y otras normativas de seguridad nacional contra individuos que ejercen pacíficamente sus derechos y libertades”, señaló el comunicado, leído ante el Consejo por el embajador de la Misión Diplomática de Islandia ante la ONU en Ginebra, Harald Aspelund.
Se trata de la primera condena colectiva contra el reino saudí desde el establecimiento del Consejo de Derechos Humanos en 2006.
El documento pide en concreto la liberación de 10 prominentes defensores de los derechos humanos saudíes (nueve mujeres y un hombre) entre ellos las activistas Nassima al Sadah, Aziza al Yusef y Samar Badawi, “detenidas por ejercer sus libertades fundamentales”.
Muchos de estos activistas habían participado en campañas para pedir al Gobierno saudí que levantara la prohibición de conducir a las mujeres del país, algo que hizo en junio de 2018, lo que no impidió que comenzara la campaña de detenciones un mes antes.
En el comunicado, los 36 gobiernos también condenaron “en los términos más enérgicos posibles” el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, ocurrido el pasado octubre en el consulado de su país en Estambul, y pidieron una investigación imparcial, independiente y transparente.
“Finalmente, pedimos a Arabia Saudí tomar medidas concretas para asegurar que todos, incluyendo periodistas y defensores de los derechos humanos, puedan ejercer completa y libremente su derecho a la libre expresión, opinión y asociación, sin temor a represalias”, concluye el comunicado conjunto.