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Las acciones de guerrilla en nuestro país se remontan a fines de los años 50 y la década del 60 del siglo pasado, cuando surgen el Movimiento 14 de Mayo (M 14) y el Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA), que correspondían a la conjunción de heterogéneos movimientos y partidos políticos opositores al gobierno de Alfredo Stroessner.
El régimen consiguió derrotar a estos movimientos armados por medio de una eficiente red de informantes infiltrados, que permitió conocer con anticipación las intenciones de sus columnas operativas y neutralizar a sus líderes.
El autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) fue creado el 1º de marzo de 2008 en la localidad de Horqueta y el 16 del mismo mes realizó su primer atentado.
Como organización unitaria y hermética se les dio el tiempo suficiente para fortalecerse, conocer el terreno y establecer un régimen de terror al que no escapa ningún tipo de información.
En 2014 hubo un desprendimiento en la agrupación a raíz de las disputas que surgieron en la dirigencia, por problemas de liderazgo y disciplina, y se formó la Asociación Campesina Armada (ACA), cuyos principales líderes terminaron siendo abatidos por las fuerzas de seguridad del norte.
La falta de resultados en el combate a estos grupos irregulares se debe, por una parte, a que los niveles de conducción no se coordinan entre sí; el nacional que combina las campos del poder, el militar que genera los medios, el operativo que despliega y sostiene las fuerzas en el teatro de operaciones y el táctico que emplea las fuerzas en operaciones de combate.
Esto se refleja en las continuos cambios de comandantes y disputas entre los mandos militares, policiales y otras instituciones involucradas en la tarea de pacificación de los departamentos en estado de excepción.
El Ministro del Interior, Francisco de Vargas, en un despistado descargo, reproducido por el diario ABC Color, del 26 de agosto de 2016, dijo con relación a la emboscada donde fallecieron ocho efectivos militares en Arroyito: “Esa patrulla que fue aniquilada no hubiera sido aniquilada si no estaban ahí”.
La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) es una organización militar compuesta por elementos, asignados y agregados de dos o más fuerzas componentes (Ejército, Armada Fuerza Aérea u otros). Solo se organizan cuando la misión a cumplir tiene un objetivo específico limitado.
El Control operacional: es una relación de mando, y confiere a la autoridad que lo ejerce plena libertad para organizar sus comandos y otras fuerzas y emplearlas de la forma que estime conveniente al cumplimiento de su misión; por regla general excluye la autoridad para dirigir las funciones logísticas, de administración, de adiestramiento y de organización interna.
La FTC fue creada en 2013 en virtud de la Ley 5036/13 y el Decreto 103/13, que como consecuencia de esta última norma está integrada por militares de las tres fuerzas, agentes de la SENAD y policía nacional bajo control operacional.
Su objetivo es combatir a la narcoguerrilla del EPP y de la ACA, y proteger a los productores de los departamento de Concepción, San Pedro y Amambay, donde actúan estas gavillas delincuenciales.
Hugo Mendoza Martínez