Tal es el caso de Pauli, que poco tiempo después de que sus dueños lo entregaran en un refugio en Hungría, el perro fue llevado a Alemania.
"Es un buen perro y no queríamos que estuviese atado todo el día. Por eso lo trajimos aquí y le conseguimos un nuevo hogar", señala Karsten Plücker, director de un refugio de animales en la ciudad alemana de Kassel.
Existen en Alemania asociaciones que se ocupan de animales en el extranjero. Ayudan con dinero, trabajo y conocimiento y muchas veces les dan refugio.
Esta labor no siempre es bien vista ya que muchas personas consideran que en Alemania hay muchos animales que sufren. Por otra parte sostienen que muchas personas utilizan la protección de animales en el extranjero como pantalla para llevar adelante un comercio con animales.
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Para Plücker, la necesidad y el sentido de la protección de animales en otros países está fuera de discusión. "Si tenemos la oportunidad de ayudar a los animales más allá de Kassel, lo hacemos", asegura el director del refugio, que también es presidente de la Asociación Federal contra el Abuso Animal (BMT).
La asociación transfiere 200.000 euros al año a sus proyectos en Hungría y Rumanía a través de donaciones. Además, el BMT traslada a cientos de animales por año a Alemania. Eso tiene más sentido que construir refugios para animales cada vez más grandes en el extranjero, explica Plücker.
Sobre todo tiene ventajas para los perros callejeros, que en general son animales muy buenos y agradecidos, apunta Ann-Cathrin Schmidt, quien dirige el hogar de animales en Alsfeld. La amante de los perros cuenta que la asociación de protección de animales es muy activa en Rumania.
Sin embargo, independientemente de esto, el punto central de la protección animal debe estar puesto en la prevención y la castración.
La idea de la asociación es "capturar, castrar y dejar luego a los perros exactamente en el mismo lugar donde los recogimos", dice el protector de animales Matthias Schmidt.
Pero a pesar de haber consignado algunos éxitos, el interés de la población en las castraciones es bajo. "Dependemos de transportes para rescatar a los perros. Cada mes se llevan a Alemania unos 200 animales que se entregan en refugios asociados" agrega Schmidt.
Los refugios cobran a los nuevos dueños un cargo nominal por la mediación del animal y esto muchos veces también atrae a asociaciones dudosas.
Sin embargo, también hay críticas sobre este tipo de protección internacional de animales. Sobre todo en blogs y redes sociales se lee con frecuencia que el traslado de perros a Alemania no resuelve los problemas en el país de origen.
"Tener buenas intenciones no siempre significa que el resultado sea bueno. Es como se podría resumir el problema de la protección de animales en el extranjero", indica Sigrid Faust-Schmidt, de la Asociación Estatal de Protección de Animales de Hesse.
"La pregunta no es si se lleva adelante o no la protección animal en el extranjero, sino más bien cómo", indaga Faust-Schmidt.
"Desarrollar una buena protección de animales en el extranjero es una gran tarea y siempre incluye ayuda para la autoayuda. Además de campañas de castración para mejorar las condiciones de vida de los animales hay que realizar una tarea de concientización entre la población local", sostiene.
