El hipocampo, una especie que requiere mucho cuidado

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) estableció un tamaño mínimo de captura para que los caballitos de mar pudiesen reproducirse y ser capturados.

Prácticamente no están disponibles en tiendas especializadas, pero existen instituciones que mantienen y crían hipocampos, como por ejemplo el Museo de Ciencias Naturales de Karlsruhe.

Para poder satisfacer las necesidades de estos peces en un acuario doméstico hay que tomar una serie de precauciones. "Para mantener hipocampos hay que saber sí o sí de la química del agua de mar", explica Annette Metzner. Para muchos caballitos de mar, lo ideal es tener 38 gramos de sal por cada litro de agua. Para ello existe un medidor especial de sal, señala la especialista en acuarios.

La temperatura del agua se puede regular mediante un ventilador y una iluminación especial. Dado que los caballitos de mar son animales tímidos necesitan plantas y piedras en las que puedan esconderse. Los corales son los más adecuados para este propósito.

Para lograr un pequeño movimiento en el agua es necesario instalar en el acuario una bomba con flujo regulable. Aquí, sin embargo, hay que tener cuidado, ya que los caballitos de mar no son nadadores activos. Suelen permanecer cerca del fondo y se sostienen con su cola a estructuras ya enraizados en el suelo de la pecera. Si el flujo de agua es demasiado fuerte se tensa la cola y el hipocampo ya no puede moverse libremente en el acuario.

Los caballitos de mar son muy sociables por lo que deben mantenerse en compañía.

Elena Theys es propietaria de una tienda para peces y ya ha criado cientos de caballitos de mar. "Si antes de la compra se recaba suficiente información no hay ningún problema en mantener caballitos de mar adultos. En el caso de las crías más jóvenes ya se complica más", asegura la acuarista. En Alemania el precio de una parejita oscila entre 150 y 500 euros.

Una gran diferencia entre los caballitos de mar y otros peces es la cantidad de alimento que se le debe suministrar.

"Los acuaristas conocen la regla básica: la comida que los peces han comido en un lapso de cinco minutos es suficiente. El resto muchas veces se quita para mantener limpia la pecera", dice Theys.

Sin embargo, si esta regla se aplica a un hipocampo, se muere de hambre. Los caballitos de mar no tienen estómago, sólo un intestino y se alimentan por el tubo bucal. Comen muy lentamente, pero mucho. Por lo tanto, hay que asegurarse que coma durante al menos una hora al día. Su estructura exterior ayuda a constatar si el animal va perdiendo peso.

Theys recomienda alimentos congelados como larvas de mosquito molido o camarones. Metzner, sin embargo, no está muy de acuerdo y sostiene que los caballitos de mar necesitan alimentos vivos como crustáceos salinos. Pero es más complicado para la mayoría de la gente, agrega.

Los animales que comen alimentos congelados son, por supuesto, más fáciles de mantener. Por eso al momento de comprar un hipocampo es mejor consultar directamente con el criador si el pez come este tipo de alimento.

Según Theys, no hay ningún problema si los caballitos de mar comparten la pecera junto con otros peces.

"A menudo se escucha que otros peces se comen la comida del caballito de mar. Pero entonces, la simple razón, es que no había suficiente alimento", asegura la acuarista.

De las 54 especies de caballitos de mar conocidas, 35 están en la lista roja de los animales en peligro de extinción. Y ésta es una razón fundamental para que los amantes de la acuariofilia mantengan a este tipo de peces de un modo responsable.

"Son animales muy delicados, cuya mantención es difícil y que además registran una alta tasa de mortalidad cuando se cometen errores", enfatiza Lea Schmitz, de la Asociación Alemana de Protección de Animales. Los caballitos de mar son una especie muy exigente, que requiere mucha dedicación, señala Schmitz.