Gatos, uno de los mayores peligros para las aves

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Los gatos son independientes, pero esa naturaleza un tanto salvaje que atrae a muchos tiene también un lado oscuro. Y es que los gatos caseros pueden llegar a ser una amenaza para las aves, según advierten algunos científicos.

Un estudio publicado en 2013 llegó a resultados alarmantes: los gatos son responsables en Estados Unidos de entre 1.400 y 3.700 millones de pájaros muertos.

Por lo general, los tipos de aves más afectadas por el instinto cazador de los gatos son las que viven en praderas y campos.

"En las zonas urbanizadas, los pájaros se encuentran mayoritariamente bien", dice Lars Lachman, de la organización ecologista alemana NABU. Él no cree que los gatos sean el principal factor del descenso de pájaros del que hablan algunos expertos.

Hábitats menguantes y escasez de comida en las zonas agrícolas juegan un papel importante. Además, las aves están habituadas a lidiar con depredadores.

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No obstante, no se puede hablar de equilibrio entre pájaros y gatos en algunas zonas. Hay lugares donde se ven más gatos de los aconsejables para las aves.

"Los gatos pueden dar el golpe de gracia a especies que están luchando por la supervivencia, al menos a nivel local", advierte Kurt Kotrschal. Es biólogo experto en comportamiento en la Universidad de Viena.

¿Qué pueden hacer los dueños para evitar que sus animales cacen? Solo hay una solución efectiva, según Kotrschal: "Que el gato no salga de casa". Los gatos caseros pueden tener también una vida buena, dice el biólogo.

Moira Gerlach, especialista en animales de compañía en Asociación de Protección Animal alemana, lo ve de otra forma. Los gatos deben estar libres en la medida de lo posible, dice. Pero se puede intentar tenerlos en casa en determinadas temporadas. Lo mismo recomienda Lachman.

Se refieren a las épocas en las que las aves acaban de dejar los nidos y todavía no saben volar bien, convirtiéndose en presas fáciles para los felinos.

En ese tiempo, el gato debería estar en casa al menos durante el amanecer y el atardecer. Para proteger a las crías de pájaro de los gatos, los nidos debería colgar al menos dos metros por encima del suelo, y en lo posible de fachadas.

Los árboles en los que anidan pájaros se pueden proteger con placas de chapa o plástico que eviten que el gato pueda trepar. También las zarzamoras en el tronco del árbol impiden al gato subir.

La utilidad de un cascabel colgado del cuello del animal es algo sobre lo que las opiniones están divididas.

Puede salvar al menos la vida a pájaros sanos, dice Lachmann. Pero para los jóvenes que están aprendiendo a volar, esa advertencia puede llegar tarde.

La Asociación de Protección Animal está en contra de su uso porque el gato puede engancharse mientras juega o trepa.

"Al menos debería tener un mecanismo de seguridad que lo abra fácilmente y hay que probar antes que funciona realmente", indica Gerlach.

Los defensores de los animales y de la naturaleza defienden que los gatos, tanto hembras como machos, deben ser castrados lo antes posible.

Con eso se evita que los que salen al exterior se reproduzcan. En Alemania, algunas ciudades y comunidades han introducido la obligación de la castración.

"Nos gustaría extenderlo a todo el país", dice Gerlach. Y añade que es necesario castrar también a los gatos callejeros. Con eso no solo se ayuda a los pájaros, sino que también se evita que haya felinos padeciendo hambre y sufriendo enfermedades.