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También hay mujeres que no tienen animales y que rechazan acariciar a los de otros cuando están embarazadas por miedo a que el animal pueda transmitir enfermedades.
La pregunta es por tanto si la mujer embarazada debe evitar estar en contacto con animales. "Por regla general, las mujeres durante el embarazo no tienen por qué evitar a los animales", dice Thomas Steidl, de la Comisión para Animales Pequeños de la Cámara de Veterinarios alemana.
"Cuando se mantienen las reglas de higiene, no hay que tener ningún temor", confirma Frank Mutschmann, veterinario especializado en reptiles y parasitología de Berlín.
Pero si las normas de higiene se descuidan, los animales de compañía sí pueden ser transmisores de enfermedades.
Los perros y los gatos pueden ser transmisores de la toxoplasmosis, así como de la tenia y de ascárides.
La toxoplasmosis es una inflección con síntomas similares a los de la gripe y la cual, una vez se ha pasado, deja inmunizado al organismo. "Si la mujer tiene suficientes anticuerpos al inicio del embarazo, el feto está también seguro", explica Christian Albring, de la Federación de Ginecólogos alemana.
Si una mujer se infecta estando embarazada, entoces hay riesgo de aborto o de malformaciones en el feto.
"En el caso de los gatos, los patógenos pueden llegar a ellos si comen ratones o pájaros y los expulsan a través de las heces", explica Mutschmann. Si se entra en contacto con los excrementos, los patógenos pueden entrar entonces en el cuerpo humano.
Por esta razón, las embarazadas no deben limpiar el arenero del gato o, si lo hacen, deben llevar guantes desechables para ello.
Los reptiles deben estar en terrarios. Las embarazas deben extremar las precauciones con estos animales. "No se trata de peluches", dice el veterinario Steidl. Los animales deben estar alejados de los lugares en los que se come. Además no se debe usar el aspirador normal para limpiar el terrario.
Las aves pueden ser transmisoras de salmonela. "Si no hacen sus necesidades en el café del desayuno, no hay ningún problema con ellas", dice Mutschmann.
Por lo general, todos los pájaros pueden transmitir la psitacosis. En las personas, esta enfermedad provoca síntomas similares a la gripe. De nuevo es en los excrementos donde se encuentra el patógeno.
Si el excremento está seco, las personas se pueden contagiar también a través del polvo. Por eso los expertos aconsejan que las embarazadas no limpien la jaula y que si lo hacen, sea con una protección en la boca para filtrar el aire y con guantes de un solo uso.
Los roedores caseros pueden transmitir mediante la saliva, la orina o las heces la choriomeningitis linfocitoma, es decir, una inflamación del cerebro específica. El virus en el feto puede provocar nacimientos prematuros y malformaciones.
También pueden transmitir enfermedades de la piel como la criptococosis, que es una micosis sistémica. "Para las embarazadas no es ningún problema específico", dice Mutschmann, pero recomienda que las jaulas sean limpiadas por otros.
En el agua puede haber el llamado mycobacterium marinum. Cuando se tiene alguna pequeña herida en las manos o los dedos y esta entra en contacto con la bacteria, se pueden producir lesiones eritematosas.
Los peces, por su parte, no presentan problemas para las personas. Algunas veces sufren de erisipela en las aletas. Entonces pueden provocar irritación en la piel,
"Las embarazadas, por favor, que no cambien el agua del acuario", dice Steidl.
Al tratar con caballos existe por lo general el riesgo de resultar herido, dice Steigl. Los animales se asustan, dan coces o echan a correr y la amazona puede caer al suelo. Los expertos recomiendan por lo tanto ser muy precavidas durante el embarazo al tratar con caballos.