Preparar a la mascota para la llegada del bebé

Un niño y una mascota pueden convertirse en muy buenos amigos, pero para que eso suceda, los padres deben preparar el terreno antes de la llegada del bebé.

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A menudo, el perro o el un gato suelen ser ser el centro de atención en el hogar. Los dueños lo cuidan, le hacen caricias y están muy pendientes de la mascota. Por eso, el impacto para el animal cuando llega un bebé a la familia ser muy grande. De repente, hay un ser que necesita más atención que él, y la obtiene.

No preparar al animal con esta situación es un gran error, señala Sarah Ross, de la organización protectora de animales "Vier Pfoten" (cuatro patas).

Seis consejos para una lograr una relación armoniosa entre el bebé y la mascota:

1. Nueva rutina diaria

La llegada de un bebé cambia la rutina. Los perros y los gatos deben estar preparados para ese cambio, explica Ross. Para ir preparándolos se puede por ejemplo sacar al perro con menos frecuencia a la calle, pero que a cambio el paseo sea más extenso. O empezar a darle la comida en horarios distintos, ya que a partir del nacimiento cambiará muy probablemente el patrón de sueño de los padres, que ya no será tan regular en el futuro.

2. Zonas tabú

Una vez que el bebé está allí, generalmente hay áreas que son tabú para el animal: la habitación del niño, la cama o el sofá. Es recomendable que ya se prohíba el acceso de estas zonas antes del nacimiento, para que el animal no asocie la prohibición directamente con el bebé. La prohibición puede relajarse después de la llegada del bebé, explica el entrenador de perros Enrico Lombardi. Entonces el animal vincula el espacio de libertad con el niño.

3. Contacto de la embarazada con la mascota

Los animales tienen una gran percepción cuando hay cambios en la casa. Según Ross, los expertos en comportamiento animal afirman que los perros y los gatos perciben los embarazos: experimentan diferencias en el estado de ánimo, la postura y el comportamiento de la futura madre. Algunos perros, y a veces incluso gatos, son particularmente cuidadosos con su dueña. "A medida que pasan los días necesitan olerla más y buscan su cercanía más de lo habitual", afirma Lombardi.

Las mujeres embarazadas deben permitir estas manifestaciones de afecto y no rechazar al animal por miedo, recomienda Ursula Bauer, de la asociación alemana "Acción Animal". Esto también podría llevar a una conexión negativa con el niño. Lógicamente, la salud del animal debe ser revisada a fondo. Pero luego, nada habla en contra de tener un contacto asiduo con el animal, agrega la especialista.

4. Olores y ruidos

"El bebé trae olores y sonidos extraños a la casa" y hay maneras de preparar a la mascota para estos nuevos estímulos, apunta Sarah Ross. Reproducir grabaciones de sonidos típicos del bebé ayuda a los animales a acostumbrarse gradualmente. Y si el animal escucha estos sonidos mientras está jugando o comiendo alguna golosina, combina estos tonos con algo agradable. También ayuda que de vez en cuando la futura madre se pase aceite para bebés por el cuerpo. De esta manera, los animales se acostumbran a los nuevos olores. Si el bebé ya nació, pero aún está en el hospital, se puede llevar una prenda del recién nacido a casa y presentársela al animal.

5. No excluya a las mascotas

La mascota generalmente reacciona con curiosidad a los niños. Es importante permitirle un acercamiento y no excluir al animal, aconseja la bióloga Ursula Bauer. Sobre todo los perros tienden a un fuerte comportamiento jerárquico, por lo que hay que alentarlos a aceptar al bebé como parte de la "manada".

"El perro debería recibir una respuesta positiva ante cualquier manifestación de interés hacia el recién nacido, pero tal mismo tiempo debe aprender las reglas de comportamiento", explica Lombardi.

Los animales también necesitan espacios de retiro. "El conocerse debe llevarse a cabo en un ambiente tranquilo y relajado", indica Ross. Los animales deberían poder percibir y oler al niño pequeño de cerca. Un perro más enérgico también puede mantenerse al principio con una correa, agrega.

6. Siempre estar atentos

Los expertos coinciden que la convivencia entre bebés y mascotas puede funcionar muy bien. Sin embargo, advierten que nunca hay que dejarlos al niño solo con el animal.

Un bebé por curiosidad puede tirar con demasiada fuerza de las orejas del perro, y eso puede provocar una mala reacción aunque comprensible en el animal, explica Bauer.

Por lo tanto, es importante que los padres nunca pierdan de vista el entorno y estén atentos a cualquier reacción.

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