Volar con el perro o el gato

Las vacaciones familiares significan para muchos viajar también con el perro o el gato. Hoy en día existe la posibilidad de llevar al can y al felino en el avión.

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No obstante, no todas las aerolíneas ofrecen el servicio. Y hay que cumplir algunos requisitos para poder llevar en el avión a las mascotas.

Dentro de la Unión Europea se exige desde 2004 el pasaporte europeo para mascotas. En él aparecen datos sobre el estado de salud del animal, su número de registro, así como comprobantes de vacunas, principalmente la de la rabia.

Es importante además conocer las normas concretas del país al que se va a viajar en avión con el animal. De un país a otro puede variar, por ejemplo, la obligación de llevar al perro con correa o bozal.

También las listas sobre razas prohibidas varían por lo general. Y el tratamiento contra parásitos exigido en un país puede ser distinto al que se exige en otro.

Desde 2011, además, en la Unión Europea es obligatorio que estén identificados con un microchip.

No todas las aerolíneas en Europa permiten llevar animales. En Easyjet y Ryanair, por ejemplo, no pueden viajar ni el perro ni el gato.

En Eurowings se puede llevar en cabina perros y gatos de hasta ocho kilos, incluyendo en ese peso el transportín. En Estados Unidos hay también aerolíneas que lo permiten.

El precio del pasaje para el perro o el gato varía también según la aerolínea y según si va en cabina o en bodega.

Los animales deben ser colocados bajo el asiento delantero dentro de su transportín y no pueden salir de él durante todo el viaje. Por eso se necesita un transportín específico de paredes de material blando, pensado para que se pueda adaptar al espacio.

La aerolínea alemana Tuifly registró en 2017 unos 10.000 perros y gatos. "5.400 animales viajaron en la bodega y 4.700 en cabina", dice el portavoz Sören Ladehof.

En esta aerolínea, el peso máximo del perro o del gato no puede superar los seis kilos para que pueda volar en cabina y el número de animales por vuelo está limitado, por lo que hay que registrar con antelación a la mascota.

En Lufthansa, el registro y confirmación del animal debe realizarse como tarde 24 horas antes del despegue del avión.

Los pasajeros que quieran llevar consigo en cabina a su mascota (de hasta ocho kilos) deben presentarse en el mostrador dos horas antes de la salida del vuelo. En el caso de los que viajarán en bodega, el tiempo de antelación es de tres horas.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) es el organismo que regula el transporte de animales en avión.

Kerstin Lindner, empleada de Lufthansa, controla en el aeropuerto de Múnich los tranportines de las mascotas. En el check-in se comprueba ya que el tamaño de la jaula sea el correcto para el transporte del animal en la bodega.

"El perro o el gato debe poder ponerse en pie, también darse la vuelta, tumbarse y tener una posición natural dentro", explica Lindner.

La empleada de Lufthansa mira sobre todo que el animal tenga buena apariencia. "No puede estar herido, recién operado ni estar enfermo", indica. Solo da el visto bueno cuando ve que reaccionan a su voz y que tienen los ojos claros. No todas las razas de perro están permitidas. Las de pelea no pueden viajar.

Sarah Ross, experta de la asociación de protección de animales alemana Vier Pfoten (Cuatro Patas) aconseja evaluar la necesidad de que el animal viaje.

"Volar es muy estresante para los animales, no debe subestimarse", dice. A los gatos les afecta mucho más que a los perros, por lo que aconseja dejarlos en casa durante las vacaciones.

Los animales no deben llevar nunca correa cuando están en el transportín por el peligro de estrangulamiento que supone. En las horas previas al viaje en avión no debe comer porque el estrés en el avión puede si no provocarles el vómito.

No se deben introducir mantas o juguetes en el transportín porque quitarán espacio. Tampoco comida o bolsas de plástico. Y nunca se les debe administrar tranquilizantes sin consultar con el veterinario.

Además hay que acostumbrar a perros y gatos al transportín mucho antes del día del vuelo. Se puede poner una manta en él para que se acostumbren a tumbarse.

Y hay que asegurarse de identificar el transportín antes del vuelo poniendo el nombre y el número de teléfono del dueño, además del nombre del animal.

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