Su nombre proviene de Juan Bautista Patiño, de ahí su denominación guaranítica Patiño Cue. Debido a su estratégica ubicación, resultaba ideal para el asiento de los primeros colonos alemanes que llegaban al país a principios del siglo XX, quienes se asentaron en tierras guaraníes por la inminente explosión de la primera Guerra Mundial.
El doctor Carlos Cálcena fue el organizador y protagonista principal de la fundación del pueblo de Patiño Cue, con privilegiada ubicación al pie del Cerro Yvytypane, más conocido como Cerro Patiño, a orillas del emblemático lago Ypacaraí, y salidas hacia la Capital e interior del país. Cuna de la deliciosa la frutilla y de artesanas que con delicadas manos teje el ñandutí.
El doctor Cálcena proyectó una urbanización alrededor de la famosa estación de tren de Patiño Cue, centro de la nueva comunidad, que contaría con una plaza al lado de la estación, lugar donde los visitantes podrían recrearse, y alrededor del cual se ubicarían las instituciones más importantes, como ser la iglesia y la Policía Nacional.
Por expreso pedido de la señora Kendall, una de las dueñas de las tierras a ser vendidas, la plaza pública recibe la denominación del líder natural de la revolución de mayo de 1811, general Fulgencio Yegros.
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Trazado el plano de mensura con todos los detalles se procede a fijar el precio de cada lote disponible para la venta. De hecho la ubicación y las dimensiones de cada parcela determinarán su valor comercial. Lo único invariable es la cantidad de cuotas y el tiempo: treinta cuotas mensuales.
Fueron distribuidos 800 lotes en 68 manzanas, los terrenos más amplios fueron las ubicadas en el camino intermunicipal Ypacaraí- Areguá. Los lotes cercanos a la estación ferroviaria con frente sobre el camino que une Areguá con Tacuaral sean tazados en cuotas de 30 pesos cada uno. Los lotes ubicados sobre la avenida capitán Juan Crisóstomo Centurión, 25 pesos.
Los hallados sobre la avenida Kendall 22 y los situados sobre la avenida Patiño 20 pesos. Así también, propone que los lotes cercanos a la plaza pública tengan un valor de 18 pesos y los proyectados sobre las calles paralelas a la avenida capitán Juan Crisóstomo Centurión, 16 pesos. Por último, señala que los lotes diseminados en las manzanas interiores de la urbanización cuesten 12 pesos y los más alejados de la estación ferroviaria sean ofertados en 10 pesos mensuales.
Las quintas, de las manzanas 49 al 68 cuya extensión era de 2.500 m se venderán a 20 pesos mensuales.
Una vez obtenidos los precios de los lotes, se hizo una publicidad a través de la edición matutina del “El diario” para que los inversionistas pudieran llegar a la zona. El anuncio expresaba lo siguiente: “Remate de 800 lotes. Para pobres y ricos - En 30 cuotas mensuales, el 4 de abril de 1909, comenzará a las 09:30.
Además agregaba la siguiente información: “Los terrenos a venderse están ubicados sobre la misma estación del F. C. Central. Es un paraje inmejorable para vivir todo el año, y desde el 1 de abril próximo correrán hasta Patiño todos los trenes que llegan hasta Areguá, según convenio hecho con la empresa del F.C. por escritura pública ante el escribano E. Giménez, por el término de cinco años, tiempo en que todo estará poblado.
Patiño será también, desde ahora, el punto obligado de pasaje a San Bernardino, porque la empresa F.C. tiene obligación de construir un ramal de Patiño al lago Ypacaraí, cuyo trazado ha sido aprobado por el gobierno y se halla en construcción, debiendo terminarse en breve.
La delineación del pueblo de Patiño Cue está basada en todos los procesos modernos, con avenidas, diagonales, que acercan las distancias.
La venta se efectuará en 30 cuotas mensuales, iguales y por adelantado, debiendo pagarse la primera en el acto del remate.
Los gastos de escrituración correrán por cuenta del comprador. Además añadía que “después del remate, la venta de los lotes sobrantes continuará particularmente en el escritorio del rematador (B. Constant 209) y de los señores Escabini y Bajac, representantes de la señora Kendall, los que cobrarán el 20% por comisión.”
De esta manera, con la venta de lotes; se daba inicio a la nueva urbanización denominada Patiño Cue, hoy parte de la ciudad de Itauguá, con envidiable vegetación y con una creciente población, cuyos lugareños guardan celosos los recuerdos de la época como el club Kendall, la estación Patiño el Cerro Yvytypane, la colonia de alemanes y la frutilla.
Fuentes: Revista ABC, Entérese. Libro de Arnaldo Meza, Cuentos de Estación. Areguá Rescate Histórico, Margarita Durán Estrago.