“En realidad mis dos hermanos mayores eran bomberos, yo juré en el cuerpo de bomberos de San Antonio porque mis hermanos eran de esa compañía. Después, uno de ellos dejó el servicio por motivos laborales y porque contrajo matrimonio y mi otro hermano es uno de los mártires del Cuerpo de Bomberos falleció en servicio, Alberto González Zárate a los 23 años”, cuenta Mónica y agrega que fue justamente su hermano Alberto, quién más la animó a ingresar al cuartel de bomberos.
“Fue Alberto quién me animó a que ingrese al cuartel ya que él también formaba parte y nos íbamos a cuidar y proteger juntos, o sea me iba guiando y ayudando en todo, entonces aproveché e ingrese como aspirante a los 17 años. En la academia nos entrenan en primeros auxilios, fuegos, materiales peligrosos, rescate vehicular, etc. Después nos vamos especializando en cada área, mi área es materiales peligrosos y abarca todo lo que es contaminación, pero de igual manera si hay accidentes o incendios por ejemplo, me voy”.
El incendio del Ycuá Bolaños
Mónica recuerda que su primer servicio fue la tragedia del Ycuá Bolaños. “En octubre de ese año tenía que realizar mi juramento y en agosto pasó lo del Ycuá Bolaños y ese fue mi primer servicio como aspirante. Como aspirantes no podemos salir al servicio antes del juramento, pero esa gran tragedia convocó a una alarma general del cuerpo de bomberos por la magnitud. Yo estuve cubriendo el área de la disco Tropi Club, y nosotros los aspirantes estábamos encargados de clasificar los cuerpos y de trasladarlos hasta la ex Caballería. Fue para mi una situación muy densa y dolorosa, a todos nos afectó muchísimo aquella tragedia”, recuerda.
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“También, meses antes de mi juramento mi hermano Alberto sufrió un accidente. Era el conductor del camión de bomberos ellos iban acudir a un llamado de accidente de moto. Ese día llovía torrencialmente era el Día de la Madre y estaba de guardia. Volcó el camión y falleció a los 23 años, él fue uno de los fundadores de la Tercera Compañía de San Antonio, fue un golpe duro”, señala.
Basta de incendios
“Existe una gran camaradería en el cuerpo de bomberos, perdí a mi hermano pero también me gané varios hermanos dentro del cuerpo de bomberos. Estoy como directora del departamento de prevención y duele ver al personal que esta cansado que no puede más, pero igual continuamos en el servicio y encima ni la mitad de los incendios esta controlado, pero igual sacamos fuerzas. El jueves pasado estuvimos solamente el grupo de la primera compañía en tres servicios simultáneos, en el Botánico, Villa Hayes y Areguá. Es muy cansador y pedimos sinceramente basta de quemar, hay gente que esta haciendo aparentemente a propósito estos focos de incendios no sabemos con qué fin pero ver a tu personal cansado que no puede mas es muy preocupante”, puntualiza Mónica.
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