Al inicio de su mandato en agosto de 2018, una administración compartida con el saliente presidente de entonces, Horacio Cartes, el fisco cerró con un déficit de 1,3% del PIB, pero desde el año siguiente se encamina a superar el tope hasta el final de su gobierno en 2023.
En 2019 el saldo rojo fue de -2,8%, luego de pedir al Congreso autorización para hacer uso de la cláusula de excepción; este año 2020 se optó por suspender el tope porque que el Estado necesitaba contraer préstamos para financiar el sistema de salud y mitigar los efectos en la economía de la cuarentena y las proyecciones indican que cerrará en -7,2% del PIB.
De acuerdo al plan de convergencia, el tope de déficit establecido en la Ley de Responsabilidad, presentado por Hacienda a inicios de esta semana, el próximo año terminará en -4%; en 2022 se reducirá a -2,8%; en 2023 disminuirá levemente a -2,1%; y recién en 2024, ya con un nuevo gobierno, volvería al -1,5%.
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